
El Rey Felipe Vi, en el restaurante Alacena
El Rey Felipe VI almuerza en un restaurante que se inundó en la dana: «Más cordial y cercano no ha podido ser»
El dueño, proveniente de una familia profundamente vinculada a la hostelería, ha mostrado su orgullo por servir al Rey
Después de participar en las celebraciones de Sant Josep y disfrutar de las Fallas en Torrent, un municipio afectado por la dana, el Rey Felipe VI aprovechó un momento libre en su apretada agenda para deleitarse con la excelente comida del restaurante Alacena. Este lugar, especializado en cocina mediterránea, ofrece deliciosos arroces, gazpachos manchegos y marineros, así como carnes y pescados a la brasa. Está ubicado en la Av. Miguel Hernández, 42, en Aldaia, un municipio con 32.204 habitantes según el censo de 2020.
El Rey, conocido por su amor a la gastronomía española, disfrutó de una comida en solitario, ya que la Reina Letizia, aunque también le apasiona la buena mesa, no lo acompañó en esta ocasión.
Andrés Jiménez, gerente del restaurante, vivió en carne propia los efectos de la dana que azotó la zona. En la noche del 29 de octubre, el agua inundó su local, dañando elementos cruciales como las cámaras de la cocina, puertas y maquinaria. A pesar de las pérdidas y de no haber podido restablecer aún todos los muebles necesarios, el esfuerzo por abrir nuevamente sus puertas ha sido incansable. Y qué mejor fecha para volver a la normalidad que el 19 de marzo, último día de las Fallas y celebración del Día del Padre. En un día tan especial, Alacena tuvo la suerte de llenar su sala, recibiendo incluso la visita del mismísimo Rey Felipe VI.
El padre de la Princesa Leonor y su equipo se dejaron seducir por dos arroces del menú habitual, sin pedir un trato especial y sin poner ninguna pega. «Más cordial y cercano no ha podido ser», asegura Andrés Jiménez, quien relata que el Rey deseaba comer como cualquier otro cliente, sin distinción alguna. Al llegar al restaurante, lo primero que hizo Felipe VI fue interesarse por la situación de Andrés como damnificado de la DANA. La Casa Real solicitó dos mesas para once personas, sin requerir comedor privado.
El equipo de Alacena guardó celosamente el secreto sobre la visita real. «Nos pidieron total discreción y, por supuesto, no dijimos nada a nadie», asegura el restaurador. Al consultar la carta del restaurante, es fácil imaginar que entre los platos que pudieron disfrutar el Rey y su equipo se encontraban delicias como el guiso de albóndigas, mariscos frescos, ostras, rodaballo, corvina, secreto a la piedra volcánica, además de postres irresistibles como la tarta de queso casera y la panacota de horchata. Lo mejor de todo es que ofrece una cocina de calidad excepcional a precios sorprendentes, con platos que comienzan a partir de tan solo nueve euros, y un gasto medio por persona que varía entre los 20 y 30 euros.

El Rey, en las Fallas
Las opiniones de los comensales no dejan lugar a dudas: en este restaurante saben lo que hacen, y lo hacen con maestría. Su decoración moderna y minimalista contribuye a crear un ambiente sereno y acogedor. Las paredes blancas, junto con los muebles de madera, aportan una sensación de calidez, mientras que las mesas, dispuestas con manteles blancos y grises, y la cristalería meticulosamente colocada, reflejan un claro enfoque en los detalles y la presentación. Un mural o una obra de arte en la pared añade un toque personal. Los usuarios han otorgado una calificación sobresaliente, alcanzando una media cercana a la perfección. Lo que más resalta en las reseñas es, sin duda, tanto la calidad de la comida como el trato recibido. La atención al cliente se lleva especial elogio, lo que, sin duda, puede haber sido una de las razones por las que el Rey eligió este restaurante para su visita.