El día a día de Rafa Nadal como padre: «Siempre ha sido muy niñero»

El adiós de Rafa Nadal a la Copa Davis en 2024 marcó el final de una era dorada en el tenis. Con un palmarés impresionante —dos oros olímpicos, cinco Ensaladeras y 103 títulos ATP, incluidos 22 Grand Slam—, el tenista mallorquín ha dejado una huella imborrable en el mundo del deporte. Sin embargo, más allá de los trofeos y los récords, lo que realmente define a Rafa es su esencia: un hombre genuino, humilde y siempre fiel a sus principios, algo que ha mantenido intacto a lo largo de toda su carrera.

Aunque se ha despedido de las pistas, el campeón no ha desaparecido del foco público. En su último evento público, celebrado el 20 de marzo de 2024 en Madrid, conmemoró su 20 aniversario como embajador de Kia. En un ambiente mucho más relajado que el de sus días de competición, se mostró tranquilo, sonriente y, sobre todo, reflejando la paz con la que está afrontando esta nueva etapa de su vida. «Estoy llevando una vida más o menos organizada y encaminada», comentó con serenidad, esa calma que siempre lo ha caracterizado. «No soy de los que les gusta no hacer nada, por eso, en los años previos a mi retirada, aproveché el tiempo para preparar mi futuro, con el apoyo de mi familia y el equipo que me ayudó a visualizar qué hacer después», añadió.

La transición de la vida de élite a la normalidad de un exdeportista no es un camino sencillo, y mucho menos para alguien como él, que ha vivido con una intensidad fuera de lo común. «Tengo la Academia, que es un proyecto vital para mí, en expansión, y me lleva mucho tiempo. Estoy muy enfocado en eso», reveló.

Lo que resulta más gratificante en este nuevo capítulo de su vida es que ahora Rafa tiene más tiempo para disfrutar de su familia. Con su hijo Rafa, que tiene dos añitos, y su esposa Mery Perelló, con quien lleva más de diez años de relación, Nadal ha encontrado un nuevo ritmo que le permite disfrutar de su vida personal. Aunque la pareja es muy discreta y evita exponerse en exceso, es común verlos juntos en actos de la Fundación Rafa Nadal, donde su mujer juega un papel fundamental como directora y responsable de proyectos. Y el pequeño Rafa, con su mini raqueta, ya empieza a seguir los pasos de su padre, acompañándolo en los partidos y eventos familiares.

A pesar de la fama y la notoriedad que ha cosechado, el as del tenis siempre ha evitado hablar de sí mismo, eligiendo centrarse en su carrera deportiva. Sin embargo, aquellos que lo conocen bien no dudan en compartir su admiración por él. En el evento Carlos Moyá, su amigo cercano y exentrenador, habló con cariño y respeto sobre él: «Lo veo contento, feliz y tranquilo. Está asumiendo esta nueva etapa de su vida con mucha serenidad, y la verdad es que está muy bien. Rafa siempre fue una persona con los pies en la tierra, y sigue siendo la misma, a pesar de todo lo que ha conseguido», comentó.

«Yo me quedo con la persona más que con el deportista. Es un ser humano increíble. A pesar de toda la fama y el éxito, sigue siendo la misma persona humilde de siempre, fiel a sus principios». Así lo dijo Carlos Moyá, quien conoce al manacorí desde que tenía apenas 11 años, y asegura que este proceso de adaptación de Rafa a su nueva vida es una de sus mayores satisfacciones. «Es difícil ver a alguien como Rafa retirarse. Pero lo está llevando muy bien. Es una muestra de su fortaleza mental y su equilibrio personal», añadió. Y como si fuera poco, Moyá añadió con una sonrisa: «Rafa Nadal es muy niñero, desde siempre ha tenido una conexión especial con los niños pequeños».