
Álvaro Figueroa en silla de ruedas durante el entierro de su madre, la Condesa de Romanones, en 2017
Muere Álvaro Figueroa, el conde de Romanones, hijo de Aline Griffith
El aristócrata era uno de los hijos de Aline Griffith, muy conocida por su papel como espía americana
El cuarto conde de Romanones, Álvaro Figueroa Griffith, murió el pasado viernes, a los 76 años. Había sufrido un ictus hace casi una década que le paralizó el lado izquierdo de su rostro, y de hecho al entierro de su madre fue en silla de ruedas. Su familia ha convocado el próximo 1 de abril su funeral en Madrid, en una parroquia del barrio de Salamanca.
Álvaro Figueroa Griffith Pérez de Guzmán el Bueno tuvo cinco hijos con Lucila Domecq: Cristina, Carla, Álvaro, Lucila, -que es la más famosa llamada coloquialmente Lulu- y Alonso. Lulu Figueroa es pintora y decoradora de la casa de su prima Claudia Ortiz, entre otras cosas. Álvaro Figueroa no pudo acudir a la boda de su hija Lulu, celebrada en 2016 en Jerez de la Frontera. Su abuela, Aline Griffith tampoco pudo acudir por problemas de salud.

La condesa de Romanones, Aline Griffith, en 2009
Lulu Figueroa es digna heredera de la elegancia y el buen gusto de su abuela. Su famosa abuela nacida en Nueva York que fue espía, periodista y escritora. Aline Griffith murió a los 94 años en 2017.
De su matrimonio con Luis de Figueroa, el anterior conde de Romanones, nació Álvaro Figueroa Griffith. Aline conoció al que fue su marido cuando fue destinada a España durante la Segunda Guerra Mundial por la Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos para espiar a los nazis, la antesala de la CIA. La condesa de Romanones fue muy popular en España, con amistades ilustres como la Duquesa de Alba , con quien fue a los toros en Sevilla y protagonizó una foto memorable junto a ella y Jackie Kennedy.Aline llegó a España a mediados de los años cuarenta con solo 21 años. Conoció al conde de Quintanilla, futuro III conde de Romanones y Grande de España, Luis Figueroa y Pérez de Guzmán El Bueno y se enamoraron. Pronto se casó con él y ejerció como una de las mas deseadas anfitrionas de las décadas de los cincuenta y los sesenta. Su legado permanece intacto. Sus nietos han confirmado que hay planes para llevar su vida al cine y contar cómo se convirtió en espía y en condesa.