Fundado en 1910

04 de julio de 2024

Coolidge firma la Ley de Inmigración y algunas partidas presupuestarias. Desde la izquierda le observa el general John J. Pershing

Coolidge firma la Ley de Inmigración y algunas partidas presupuestarias. Desde la izquierda le observa el general John J. Pershing

Cien años desde las elecciones presidenciales de 1924 en EE.UU. que estuvieron marcadas por el Ku Klux Klan

El Klan constituía entonces una poderosa fuerza. Había llegado al apogeo de su influencia, con presencia en todos los estados y alrededor de cinco millones de miembros

Uno de los más persistentes mitos sobre las elecciones presidenciales de EE.UU. ha venido siendo la llamada «maldición de Tippecanoe». El nombre hace referencia a la derrota infligida a los indios de Tecumshe por las tropas norteamericanas encabezadas por el general Willian Harrison en 1811. La campaña finalizó con la derrota total de la confederación indígena y la muerte de su valeroso caudillo.

El hermano de Tecumshe, de impronunciable nombre, pretendía tener poderes adivinatorios que le llevaron a ser conocido como El Profeta. Las tuviese o no, predijo acertadamente el triunfo de Harrison en las elecciones de 1840 y su inmediata muerte. Falleció de neumonía un mes después de su toma de posesión en enero de 1841.

La maldición ganó crédito con la muerte prematura durante su periodo de gobierno de los presidentes elegidos a partir de entonces en años múltiplos de 20. Fue el caso de Lincoln, en 1860, Garfield en 1880, McKinley en 1900, Harding en 1920, Roosevelt en 1940 y Kennedy en 1960. Los mitómanos aguardaron con avidez un desenlace similar para el presidente Reagan, elegido en 1980. De hecho sufrió un gravísimo atentado al que sobrevivió por los pelos, lo que parece haber roto el maleficio.

El presidente Harding, el vicepresidente Coolidge y sus respectivas esposas

El presidente Harding, el vicepresidente Coolidge y sus respectivas esposas

El presidente Warren Harding, fue una de las víctimas de la maldición. Elegido en 1920, murió en 1923, en el ejercicio de su cargo, como consecuencia de un infarto. Había recuperado la presidencia para el partido republicano tras el interludio de Wilson con un programa muy conservador: aislacionismo en relaciones exteriores, restricciones a la inmigración, reducción de la intervención en la economía. Su sucesor fue el vicepresidente Calvin Coolidge que tuvo que afrontar los escándalos de corrupción descubiertos tras la muerte de Harding. Su firmeza al denunciarlos le supuso una gran popularidad al tiempo que permitía restaurar la confianza en el gobierno.

La popularidad que había conseguido y la buena marcha de la economía, le facilitaron la campaña electoral

Coolidge se presentó a la reelección para las elecciones de 1924. Fue el segundo vicepresidente en ascender a la presidencia tras la muerte de su predecesor y resultar luego elegido para un mandato completo. La popularidad que había conseguido y la buena marcha de la economía, le facilitaron la campaña electoral. Por ello fue elegido como candidato presidencial, casi sin oposición, en la Convención Nacional Republicana de 1924.

El caso del Partido Demócrata fue muy diferente. Su convención nacional se celebró en Nueva York con los delegados profundamente divididos entre dos candidaturas: la de McAdoo ex secretario del Tesoro y la de Al Smith, gobernador del Estado de Nueva York. Las votaciones pusieron en evidencia la profunda división del partido tanto política como geográfica. El Partido demócrata era tradicionalmente el partido del sur y del oeste, que apoyaban la Ley Seca y la segregación racial. Pero también tenía una fuerte implantación entre los habitantes de las grandes ciudades de las costas, entre las minorías étnicas y entre los católicos, partidarios de los derechos civiles.

Sin embargo, el escollo que hizo fracasar la convención, fue el apoyo al Ku Klux Klan de la mayoría de los partidarios de McAdoo. El Klan constituía entonces una poderosa fuerza. Había llegado al apogeo de su influencia, con presencia en todos los estados y alrededor de cinco millones de miembros.

La propuesta de que la convención condenara públicamente a la organización racista, provocó escenas de inaudita violencia entre los delegados. La mayoría de los partidarios de McAdoo se opuso a la moción, que finalmente no fue aprobada, lo que empeoró aún más el ambiente e hizo imposible el acuerdo.

Tras más de 100 votaciones sin que ninguno de los candidatos alcanzase la mayoría necesaria, se hizo imprescindible buscar una solución. Las delegaciones estaban agotadas y se estaban quedando sin dinero. Los delegados forzaron a los dos rivales a retirarse y en la votación 103 eligieron un candidato de compromiso: John W. Davis, ex procurador general de los EE.UU. Había sido la convención política más larga en la historia de estos acontecimientos.

El conservadurismo de los candidatos elegidos por los dos grandes partidos molestó profundamente a los elementos más liberales. El senador por Wisconsin Robert La Follette encabezó una plataforma basada en el Partido Progresista de reciente creación. Esta plataforma consiguió bastantes apoyos en los sindicatos y las zonas rurales, por lo que a las elecciones concurrieron excepcionalmente tres partidos con posibilidades.

Tres miembros del Ku Klux Klan de pie junto a un automóvil conducido por miembros del Ku Klux Klan en un desfile del Ku Klux Klan por los condados del norte de Virginia limítrofes con el distrito de Columbia

Tres miembros del Ku Klux Klan de pie junto a un automóvilLibrary of Congress / Wikimedia Commons

La división manifestada en torno al Klan privó al Partido Demócrata de cualquier oportunidad de alcanzar la presidencia. Su porcentaje de votación, tan solo el 28 %, sigue siendo el menor obtenido por este partido hasta hoy. Los progresistas obtuvieron un meritorio 18 %. Tanto Davis como La Follette criticaron al Ku Klux Klan en sus campañas electorales. Coolidge se abstuvo de hacerlo. Quizás por ello obtuvo 2,5 millones de votos más que la suma de sus dos rivales y una cómoda mayoría absoluta en el colegio electoral, que le convirtió en presidente.

Comentarios
tracking