Fotografía de la espada samurái hallada en Berlín
Arqueólogos hallan una espada samurái de 400 años en la plaza más antigua de Berlín
Escondida junto a diversos objetos de la Segunda Guerra Mundial, esta wakizashi data del siglo XVII
Durante las excavaciones del histórico Molkenmarkt, la plaza más antigua de Berlín, un equipo de arqueólogos ha encontrado una espada corta japonesa conocida como wakizashi que data del siglo XVII, según ha informado la Oficina Estatal de Monumentos de la ciudad alemana.
La espada se encontró junto a diversos objetos de la Segunda Guerra Mundial, como bridas, estribos y arneses para caballos, en los sótanos de unos edificios del siglo XX. Su estado de conservación era preocupante por el alto grado de corrosión, por lo que se trasladó al Museo de Prehistoria e Historia Antigua. Allí, los expertos pudieron descubrir que en realidad se trataba de una espada tradicionalmente usada por los samuráis y no de un sable de desfile tal y como se pensó en el momento de su hallazgo.
Durante los trabajos de restauración, los investigadores encontraron en el mango decoraciones fundidas de crisantemos y motivos de líneas de agua. Además, en el casquillo se ha identificado un motivo de daikokuten, una deidad que forma parte del grupo conocido como los siete dioses de la fortuna.
¿Cómo llegó a Berlín?
Esta decoración ha permitido a los expertos datar el mango a principios del período Edo (siglo XVII a XIX), haciendo del arma un objeto muy raro, pues en aquella época el shogunato Tokugawa decidió aislar el país del resto del mundo en un periodo conocido como sakoku, es decir, «el país en cadenas», permitiendo el comercio con extranjeros en solo tres islas de Japón.
En este sentido, los investigadores sugieren que la espada pudo haber sido un regalo de misiones diplomáticas enviadas por Japón y señalan dos posibilidades. Por un lado, la misión Takenouchi enviada por el shogunato Tokugawa en 1862, o por otro, la misión Iwakura enviada por el gobierno Meiji entre 1871 y 1873. «Al margen de su propósito práctico, era un objeto de prestigio ya que solían heredarse de generación en generación. Por ese motivo, eran un regalo muy preciado», según indica National Geographic Historia.
Junto a la famosa katana, la wakizashi era uno de los dos tipos de espadas que portaban los samuráis; medía entre 30 y 60 centímetros y tenía un filo curvo, lo que permitía a los samuráis llevar este arma en todo momento a diferencia de otras espadas más larga.
