Trump indulta a Trump: ¿Puede ser presidente en EE.UU. un preso con condena firme?
La sentencia, de acuerdo con los tiempos habituales de la Justicia estadounidense, podría encontrar a Trump en la recta final de campaña o directamente, proclamado presidente electo
América del Norte parece empeñarse en buscar parecidos con la del Sur. Estados Unidos vive tiempos turbulentos para definir quién sucederá a Joe Biden. Podría ser él mismo, que llegara otro demócrata o hasta que le devolviera el testigo a Donald Trump, aunque este estuviera condenado y encerrado en un calabozo.
Todo es posible en América y eso significa pasar de alcanzar el sueño americano a que este se convierta en una pesadilla. El republicano que ha hecho de la política un espectáculo de masas acumula récord de causas judiciales. Hace apenas unas horas respondía por 37 delitos que le imputa el fiscal Jack Smith. Su cuarto de baño de Mar-a-Lago, en la residencia de Florida, podía empapelarse con las decenas de cajas apiladas que guardaba con el membrete de Top secret.
El expresidente se mudó con una información confidencial del Estado como si fueran sus memorias o tuviera dificultades para comprar papel higiénico. En total se apropió de más de 100 documentos.
Algunos de los cargos en su contra son de una gravedad extrema. Conspiración para obstruir la justicia, falso testimonios o retención deliberada para la Seguridad Nacional, entre otros, podrían suponer una condena en prisión para el único expresidente de este siglo que logró mantener a EE.UU. fuera de una guerra.
La sentencia, de acuerdo con los tiempos habituales de la Justicia estadounidense, podría encontrar al marido de Melania en la recta final de campaña o directamente, proclamado presidente electo.
Esta hipótesis colocaría a Estados Unidos en un escenario insólito, pero posible. Tener un candidato en prisión y que ese candidato resultara ser el elegido en las urnas. Imaginarlo puede sonar a fantasía, pero no es descabellado si su popularidad continúa en esa espiral de ascenso cada vez que sufre un revés judicial.
Los asuntos de faldas, que en realidad lo son por pagar por los servicios prestados con dinero de campaña, como sucedió con Stormy Daniels, no solo no hicieron mella entre sus electores, sino que se disparó la generosidad de sus seguidores. En menos de cuatro días donaron varios millones de dólares para su defensa.
Cuanto más quemado judicialmente está Trump, más pasiones despierta en su pueblo. Otra cosa es lo que sucede en los despachos del partido del elefante
Cuanto más quemado judicialmente está Trump, más pasiones despierta en su pueblo. Otra cosa es lo que sucede en los despachos del partido del elefante. Los republicanos tradicionales que se han subido al carro de las primarias para enfrentarle temen por el futuro del partido si Trump logra imponerse. Ron DeSantis, Mike Pence, Nikki Haley, Tim Scott y los que engrosan la lista de espera harán lo imposible para cortarle el paso en los caucus.
Los primeros debates serán en agosto, las primarias iniciales y las asambleas no se celebrarán hasta principios de 2024, pero el juicio final de las elecciones generales será el martes 5 de noviembre. ¿Puede ganar Donald Trump si está condenado o preso? ¿Podría gobernar? La respuesta, según la BBC, es afirmativa en ambos casos.
No existe ninguna norma o disposición en la legislación estadounidenses que prohíba a un candidato condenado hacer campaña y tampoco hay una ley que le impida ejercer la Presidencia, aunque esté en prisión. Llegado este punto, hipotético, habría que plantearse si Trump podría indultar a Trump y hacer borrón y cuenta nueva con la historia de este viejo zorro de la política.