Starmer, durante su discurso presentando el «Plan para el cambio»
Starmer pierde popularidad a pasos agigantados: si las elecciones fuesen hoy, sacaría casi 200 escaños menos
Reform UK, liderado por Nigel Farage, se perfila como el principal beneficiario de la caída del «muro rojo» laborista, consolidándose como una fuerza política emergente con proyecciones de hasta 72 escaños
Hace algo menos de seis meses que Sir Keir Starmer se proclamó primer ministro de Reino Unido cosechando una victoria histórica en las elecciones, llevando al colapso al Partido Conservador y a la dimisión de Rishi Sunak. Sin embargo, en este corto tiempo, su gobierno parece haber entrado en crisis, con encuestas que sugieren un panorama político fragmentado y una posible pérdida de la mayoría parlamentaria para el Partido Laborista. Según un análisis de More in Common, publicado por el diario británico The Times, si se celebraran elecciones hoy, los laboristas perderían cerca de 200 de los 411 escaños obtenidos en julio, dejando al país al borde de un Parlamento colgado.
El Partido Laborista sufriría pérdidas significativas frente a los conservadores, el partido Reform UK y el SNP. Reform, liderado por Nigel Farage, se perfila como el principal beneficiario de la caída del «muro rojo» laborista, consolidándose como una fuerza política emergente con proyecciones de hasta 72 escaños.
La popularidad de Starmer se ha desplomado rápidamente, reflejada en su puntaje neto de satisfacción de -34 %. Diversos factores han contribuido a este declive, como escándalos internos, incluyendo la renuncia de su jefa de gabinete, Sue Gray, tras revelaciones comprometedoras, y decisiones políticas impopulares como la eliminación del subsidio de calefacción para pensionistas y el aumento de contribuciones al seguro nacional por parte de las empresas.
Además, el descontento público se ha intensificado tras el anuncio de la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, de eliminar exenciones fiscales sobre tierras agrícolas, y la creciente presión por parte de figuras influyentes como Elon Musk, quien ha criticado abiertamente al gobierno laborista y podría apoyar financieramente a Reform.
El análisis destaca que el sistema bipartidista tradicional británico enfrenta una seria fragmentación, similar a la política de coaliciones de países como Alemania o Francia. Esto se ve reflejado en el hecho de que 271 escaños serían ganados con menos de un tercio del voto, y en 87 distritos, los resultados estarían demasiado ajustados para predecir un claro vencedor.
A pesar de haber obtenido una victoria histórica en julio, el mandato de Starmer parece haber sido construido sobre bases inestables. La combinación de decisiones controvertidas, fragmentación política y un sistema electoral que lucha por adaptarse a este nuevo panorama podría llevar al Reino Unido a una era de incertidumbre política, debilitando la capacidad de cualquier partido para formar un gobierno sólido en el futuro cercano.
