Fundado en 1910
Presidente Jimmy Carter

El presidente Jimmy CarterAFP

Estados Unidos

Los cuatro hitos de la política exterior de Carter: de la paz en Oriente Medio al fracaso en Irán

Los Acuerdos de Camp David, la normalización diplomática con China o el desarme nuclear con la URSS son algunos hitos que marcaron la presidencia de Carter

La presidencia de Jimmy Carter (1977-1981) se considera en muchos aspectos una presidencia de transición entre las administraciones de Nixon-Ford y la de Ronald Reagan.

Sin embargo, en política exterior, el 39 presidente de Estados Unidos, fallecido a los 100 años, dejó una profunda impronta con varios hitos cuyas consecuencias llegan hasta hoy.

Acuerdos Camp David de 1978

La mediación de Jimmy Carter fue esencial para que Israel y Egipto acordaran la paz en los Acuerdos de Camp David de 1978.

La paz se sostenía en dos acuerdos esenciales: Israel se retiraba de la península del Sinaí, que ocupaba desde la Guerra de los Seis Días de 1967 y devolvía su soberanía a Egipto.

Egipto, por su parte, reconocía al Estado de Israel. Egipto también logró que Israel se comprometiera a permitir el establecimiento de una administración propia para Cisjordania y Gaza.

De esta manera, Egipto se convirtió en el primer Estado árabe en reconocer a Israel y en establecer relaciones diplomáticas con Tel Aviv.

Relaciones con China

El mandato de Carter en Estados Unidos coincidió con el liderazgo del reformista chino Deng Xiaoping en Pekín.

Xiaoping fue el responsable de dejar atrás la China de la Revolución Cultural impuesta por Mao, dejó atrás también la economía comunista y abrió las puertas a la economía de mercado, sin aflojar en el totalitarismo político.

Las políticas de Xiaoping favorecieron un acercamiento de China a Estados Unidos que Carter supo aprovechar.

Carter logró el establecimiento de relaciones diplomáticas normalizadas con China en 1979. El acuerdo implicaba que Estados Unidos reconocía la soberanía China sobre Taiwán y, a cambio, China permitía a Estados Unidos mantener relaciones diplomáticas no oficiales con Taiwán.

El acuerdo favoreció que ambos países iniciaran una relación de comercio bilateral, inversión e intercambio cultural con el objetivo de garantizar la paz entre ambas potencias. Entonces el gran rival no era China, era la URSS.

Con el tiempo, el desarrollismo chino, su rearme militar y la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos hizo que las tensiones entre ambas potencias volvieran a aflorar.

Guerra de Afganistán

Jimmy Carter había logrado un gran triunfo de su política exterior al adoptar con la Unión Soviética el Tratado de SALT II, con el objetivo de reducir los arsenales nucleares de ambas potencias.

El logro venía precedido por el trabajo realizado por la anterior administración Richard Nixon-Gerald Ford, que dio lugar al tratado SALT I de reducción de armas nucleares.

Pero el paso dado por Carter abrió las puertas de par en par a una reducción de los armamentos nucleares en el mundo sin precedentes.

Si SALT I abría la puerta a la contención nuclear, SALT II consolidaba el inicio del desarme y abría una ventana a un mundo sin armas de destrucción masiva.

La firma en Viena del acuerdo el 18 de junio de 1979 con Jimmy Carter y el líder soviético Leonid Brézhnev sentados a la misma mesa fue una poderosa imagen que anunciaba el inicio de un largo recorrido hacia el fin de la Guerra Fría.

Sin embargo, poco después inició la invasión soviética de Afganistán y todo se vino abajo.

El Senado de Estados Unidos consideró que, en el contexto del expansionismo soviético en Asia, los acuerdos SALT II beneficiaban a la Unión Soviética y dejaban a Estados Unidos sin capacidad de disuasión. No hubo ratificación del acuerdo.

La invasión soviética de Afganistán se vio como una puñalada por la espalda en la Casa Blanca. Carter se lo tomó como una afrenta personal y decidió intervenir para impedir que Moscú culminara sus planes expansionistas.

Ordenó al Pentágono crear y armar un ejército de muyahadines afganos y también provenientes de todo el mundo musulmán para construir una resistencia al poder militar soviético.

Crisis de los rehenes

La decisión de la administración Carter de acoger en Estados Unidos al Sha Reza Pahlevi, cuya extradición reclamaba el recién estrenado régimen de los ayatolás en Irán, desató la ira de los iraníes.

Se iniciaron una serie de violentas manifestaciones antiamericanas en Teherán que culminaron con el asalto y ocupación de la embajada de Estados Unidos en la capital iraní.

Carter rechazó todo chantaje de Irán, descartó posibles operaciones de rescate e impuso una serie de sanciones al régimen persa.

El enquistamiento de la crisis y la presión de la oposición republicana, con el republicano Ronald Reagan a la cabeza, forzaron al presidente de Estados Unidos a tomar en consideración opciones militares para poner fin a la toma de rehenes.

Fue así como autorizó la Operación Eagle Claw, una misión de rescate que planeaba sacar al personal retenido en la embajada estadounidense mediante helicópteros RH-53D y C-130.

La misión fue un absoluto fracaso y supuso un duro golpe para Carter y sus aspiraciones electorales. Derrotado en las elecciones de 1981 será su sucesor, el republicano Ronald Reagan, el que resuelva la crisis el 20 de enero de 1981.

comentarios
tracking