Estados Unidos
El asalto al Capitolio cuatro años después: del borde del abismo al regreso triunfal de Trump
La vicepresidenta Kamala Harris, en su calidad de presidenta del Senado, certificará su propia derrota ante Trump en el Colegio Electoral
El 6 de enero de 2021 marcó la historia de los Estados Unidos. Una multitud partidaria del entonces presidente Donald Trump se apresuró a rodear el Capitolio en Washington DC el día que por mandato constitucional se debía certificar al ganador de la elección presidencial del 3 de noviembre de 2020, el demócrata Joe Biden.
Tras romper el control policial, algunos de los participantes irrumpieron violentamente en el histórico edificio que alberga las dos cámaras que conforman el Poder Legislativo estadounidense. Dentro, el exvicepresidente Mike Pence presidía la sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado que certificaría la elección de Biden.
La sesión se interrumpió por varias horas es día y tras la vuelta a la calma, con un saldo de cinco muertos entre policías y manifestantes, finalmente Biden quedó proclamado presidente número 46 de Estados Unidos al obtener, según el certificado extendido ese día, la mayoría de los votos del Colegio Electoral, sólo a espera del acto formal de investidura o toma de posesión, el 20 de enero de aquel año.
Cuatro años después y sin ninguna duda del triunfo electoral republicano ni reclamación alguna o acusación de fraude, este lunes 6 de enero, la propia candidata perdedora Kamala Harris, al recaer en la misma persona el cargo de vicepresidente presidirá la certificación de la elección de Donald Trump como el presidente número 47 de los Estados Unidos.
Este 2025, Trump regresa triunfal al cargo después de ganar las elecciones de 2024 que comenzaron con Biden como candidato y terminaron con Harris encabezando la candidatura demócrata que resultó derrotada.
¿Qué pasa cuando el Congreso se reúne?
Según la ley federal, el Congreso debe reunirse este 6 de enero para abrir los certificados sellados por cada Estado que contienen un registro de sus votos electorales. Los votos se llevan al Capitolio en cajas especiales de caoba que se utilizan especialmente para la ocasión.
Representantes de ambos partidos de ambas cámaras leen en voz alta los resultados y realizan el recuento oficial. El vicepresidente de EE. UU., en su calidad de presidente del Senado, preside la sesión y proclama al ganador.
La Constitución estadounidense exige que el Congreso se reúna y cuente los votos electorales. Si hay un empate, la Cámara decide quién será el presidente y cada delegación del Congreso tiene un voto. Eso no ha sucedido desde el siglo XIX y no sucederá esta vez porque la victoria electoral de Trump sobre Harris fue contundente, por 312 a 226.
¿Cómo se desarrolla la sesión?
El presidente del Senado, en este caso Harris, abre y presenta los certificados de los votos electorales en orden alfabético de los estados que conforman los EE. UU.
Los «escrutadores» designados por la Cámara de Representantes y el Senado, miembros de ambos partidos, leen luego cada certificado en voz alta y registran y cuentan los votos. Al final, Harris anunciará quién ha obtenido la mayoría de votos tanto para presidente como para vicepresidente.
Después de que un escrutador lea el certificado del Estado correspondiente, un legislador puede ponerse de pie y objetar el voto de ese Estado por cualquier motivo. Pero únicamente se admitirá la objeción si está por escrito y firmada por una quinta parte de cada cámara.
Ese umbral es significativamente más alto que el que existía antes de 2021. Anteriormente, para que una objeción fuera aceptada solo se requería el apoyo de un miembro del Senado y un miembro de la Cámara de Representantes. Los legisladores aumentaron el umbral en una ley de 2022 con el objetivo de dificultar las objeciones que no tuvieran suficiente apoyo en ambas cámaras.
Si alguna objeción alcanza el umbral —algo inesperado esta vez— la sesión conjunta se suspende y la Cámara y el Senado pasan a sesiones separadas para considerarla. Para que la objeción sea aceptada, ambas cámaras deben confirmarla por mayoría simple de votos. Si no están de acuerdo, los votos electorales objetados se cuentan sin cambios.
Una vez que el Congreso certifica la votación, el presidente electo es investido en el frente oeste del Capitolio el 20 de enero.
La sesión conjunta del Congreso es la última oportunidad oficial para presentar objeciones, más allá de cualquier impugnación en los tribunales. Harris ha reconocido la victoria de Trump y nunca la ha cuestionado por lo que se espera que la certificación de hoy sea mucho más tranquila que la de hace 4 años.