
Consulado de Estados Unidos en Groenlandia
Trump vuelve a la carga y dice que el viaje de Vance a Groenlandia es una misión para que se unan a Estados Unidos
La tensión entre Dinamarca y Estados Unidos sigue en aumento tras las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó este miércoles que el viaje de su vicepresidente, JD Vance, a Groenlandia tiene como objetivo «convencer» a los habitantes del territorio autónomo danés de unirse a su país.
«Necesitamos a Groenlandia para la seguridad internacional. La necesitamos; debemos tenerlos. Es vital para una postura de defensa, sobre todo teniendo en cuenta cómo está el mundo. Odio tener que decirlo así, pero vamos a tener que hacerlo», afirmó Trump en una entrevista con el pódcast conservador The Vince Show.
La visita de Vance a la base militar estadounidense de Pituffik, prevista para el viernes, ha generado un aluvión de críticas tanto en Groenlandia como en Dinamarca. Aunque oficialmente el viaje se presenta como una inspección a la infraestructura militar estadounidense en el Ártico, las palabras de Trump han dejado claro que el verdadero propósito es reforzar su intención de anexión.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, condenó la visita de la delegación estadounidense y la calificó de «presión inaceptable». «Está claro que no es un viaje sobre lo que Groenlandia necesita o quiere», declaró en una entrevista con la radiotelevisión pública DR, asegurando que Dinamarca se resistirá a cualquier intento de injerencia estadounidense.Por su parte, el presidente autonómico en funciones de Groenlandia, Múte B. Egede, también criticó el plan de Trump y calificó de «agresiva» la visita de Usha Vance, esposa del vicepresidente, al no haber una invitación formal de Nuuk. En medio de las tensiones políticas por la formación de un nuevo gobierno tras las elecciones legislativas, Egede advirtió que la soberanía groenlandesa no está en juego.

El paisaje groenlandés con una estatua de Hans Egede, el misionero llegado en 1728
Ante la controversia, la delegación estadounidense ha reducido su agenda en la isla y canceló su asistencia a una popular carrera de trineos tirados por perros, una decisión que el ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, consideró una «desescalada». «Es positivo que los estadounidenses suspendan su visita a la sociedad groenlandesa. En vez de eso, harán una visita a su propia base, y contra eso no tenemos nada», aseguró Rasmussen.
Groenlandia, clave en la estrategia de Washington
Desde su primera presidencia, Trump ha mostrado un inusitado interés en Groenlandia, llegando incluso a sugerir en 2019 la compra de la isla a Dinamarca, una idea que fue rechazada de inmediato por Copenhague. La insistencia del líder republicano se debe a la ubicación estratégica del territorio, que en los últimos años ha cobrado una importancia clave en la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos, Rusia y China en el Ártico.
El vicepresidente JD Vance defendió la postura de la Casa Blanca, asegurando que «revitalizar la seguridad» de Groenlandia es «importante para garantizar la estabilidad del mundo entero». Sin embargo, los gobiernos de Dinamarca y Groenlandia ven con recelo este renovado interés de Washington y advierten que la soberanía de la isla no es negociable.