Seguridad vial
¿Cuál será el significado de la cuarta luz de los semáforos?
Esta cuarta luz de color blanco se integraría fácilmente en los semáforos actuales y serviría para agilizar el tráfico
El primer semáforo del mundo data de 1868, cuando las autoridades de Londres decidieron instalar uno de estos dispositivos frente al parlamento británico. Posteriormente, en 1920, se montó en Michigan el primer semáforo de tres luces, que dio origen a los actuales.
Ahora, tras un estudio de seguridad vial realizado por la universidad de North Carolina, parece que sería conveniente que los semáforos incorporaran una cuarta luz, en este caso de color blanca.
Una luz blanca
El estudio ha sido visto con muy buenos ojos por las autoridades norteamericanas, que ya preparan su puesta en funcionamiento en California, uno del los lugares en el mundo donde la conducción autónoma está más extendida.
En este caso la cuarta luz del semáforo estará destinada a los coches autónomos, que en ciudades como San Francisco comienzan a ser muy habituales.
Los autónomos mandan
La luz blanca se traduce como que la regulación de la conducción entre los vehículos autónomos prevalece, lo que quiere decir que ellos saben perfectamente si los coches deben pararse o pueden continuar la marcha sin detenerse.
Hay que tener la cuenta que los coches autónomos están comunicados por GPS y satélite, sistemas que regulan su circulación, por lo tanto saben perfectamente la velocidad que deben llevar para no chocarse con otros en los cruces.
Tal y como ocurre para otras cosas, el principal problema es la convivencia entre vehículos que son autónomos y otros que no lo son y están conducidos por humanos, que no van a saber qué deben hacer cuando vean la luz blanca.
Menos accidentes
En este caso en lugar de activarse la luz blanca nos regiremos por los colores tradicionales, verde: amarillo o rojo.
Con esta medida se espera ahorrar tiempo y combustible, pues no frenar en los semáforos afecta a estas dos variables. También supone una mejora de la seguridad vial, pues según la universidad que respalda el estudio, más de un 80 % de los accidentes que ocurren en cruces regulados por semáforos son culpa de los conductores.