La triquiñuela de un pequeño pueblo en el que cada vecino tiene 40 coches... incluso los que no tienen carnet

Más que el país de las oportunidades, España debería ser conocido como el país de las triquiñuelas. Decimos triquiñuelas con todo el conocimiento de causa, pues en este caso no se puede hablar de ilegalidad aunque el asunto invite a pensar en ello.

En este caso nos referimos a la razón que hay detrás de que en determinadas poblaciones españolas con un puñado de habitantes tengan censados más de 20.000 automóviles, un dato que significa que en alguna de ellas cada uno de los habitantes toca a 40 coches por cabeza.

Coches para todos

Sin duda una irregularidad que tiene una explicación que en España es perfectamente legal, aunque en otros países sería considerado como algo amoral.

Nos referimos al impuesto de circulación, una tasa municipal que algunos municipios aprovechan para convertirse en verdaderos paraísos fiscales del automóvil, lo que lleva a decenas de empresas y multinacionales del alquiler y el renting a tener allí matriculados miles de coches que están usando clientes.

Decenas de vecinos

Hay que tener en cuenta que poblaciones como Rozas de Puerto Real, en Madrid, con un censo de 578 habitantes tiene 21.450 vehículos matriculados, lo que significa que cada paisano tiene en su garaje 38 coches, un verdadero sinsentido.

En este caso se trata de poblaciones que normalmente están en zonas con baja densidad de población y deciden poner un impuesto de circulación simbólico, en torno a los 8 euros, frente a ciudades como Madrid y Barcelona donde pueden llegar a costar 130 y 150 euros en función del tipo de coche.

Hasta 120 euros por coche

Una diferencia de más 120 euros por vehículo que ayuda a engordar la cuenta de resultados de estas multinacionales.

Este truco surgió en el año 2000 cuando desaparecieron los identificativos provinciales de las matrículas, situación que permitió matricular el coche en cualquier lugar de España.

Otra cuestión es si debería ser legal que un coche que ni ha pisado una población esté matriculado en la misma, mientras que su conductor hace vida diaria en cualquier otra ciudad.

Pues esto significa que este coche ni este conductor contribuyen a sufragar los gastos y el deterioro que genera el automóvil en la ciudad donde reside, así como el desgaste propio de calles.

Siguiendo con el ejemplo de las Rozas de Puerto Real, los 21.460 coches a 8 euros por automóvil dejan al año del orden de los 170.000 euros en las arcas, mientras que el parque móvil real que debería tener, unos 200 coches, dejarían tan sólo unos 30.000 euros al año si pagaran 150 euros.

¿Ganan todos?

Un acuerdo win-win, pues gana tanto el municipio como la empresa multinacional, pero realmente perdemos todos.

El procedimiento es sencillo, la multinacional no tiene más que alquiler un pequeño local en el pueblo y poner allí su sede social, a partir de entonces no debe tener ni personal en el local, pudiendo así matricular cientos de coches diarios sin problema.

Las tres localidades con el impuesto de circulación más barato y récord de número de coches por habitante son:

Mientras que los tres municipios con el impuesto de circulación más caro son:

Se calcula que el impuesto de circulación deja cada año en los municipios españoles en torno a los 4.000 millones de euros, un verdadero balón de oxígeno para estas economías locales.