Práctico
Efecto cuchilla: el motivo por el que nunca deberías llevar bajada la ventanilla del coche
Aunque se trata de un gesto muy habitual en verano, hay varias razones de peso por las que deberíamos evitar hacerlo
Con la llegada del verano es habitual que algunos conductores suelan llevar la ventanilla bajada o a medio subir, sobre todo en zonas de playa, lo que permite disfrutar del fresquito que entra, siempre que no sea en las horas más calurosas del día.
Esta costumbre está muy extendida también entre los usuarios de coches eléctricos, que prefieran llevar la ventanilla así y apagan la climatización, lo que les permite ahorrar batería. Hay que recordar que en los coches eléctricos el aire acondicionado o la calefacción puede reducir la autonomía del vehículo hasta un 20 %.
Cuestión de autonomía
En cualquier caso y tal y como explican diferentes asociaciones de conductores e incluso las fuerzas de seguridad, se trata de un gesto peligroso que deberíamos evitar en la medida de lo posible.
En caso de sufrir un accidente y aunque llevemos el cinturón puesto el desplazamiento de la cabeza puede provocar que rocemos violentamente contra la ventanilla, lo que provocaría daños de consideración, pues aunque no esté rota puede hacer efecto cuchilla.
Efecto cuchilla
En caso de llevarla completamente bajada el problema es que si se nos sale una mano o un brazo fuera de la ventanilla podemos sufrir daños muy importantes, incluso amputaciones al chocar con cualquier objeto lateralmente o volcar. Por ello lo más recomendable es que llevemos siempre la ventanilla del coche completamente subida.
Este consejo es aplicable tanto a los pasajeros de las plazas delanteras como a los de las traseras, que habitualmente son niños y pueden sufrir problemas mucho más graves por las causas anteriormente indicadas.
Todo ello sin hacer referencia al riesgo que sufrimos en un semáforo de que nos roben desde el reloj hasta cualquier objeto que llevemos en el interior, algo que ocurre con cierta frecuencia.
Conviene saber que aunque no está recogido en el Reglamento de Circulación, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico podrían llegar a multarnos si valoran que con este gesto ponemos en riesgo la integridad de los ocupantes o de otros vehículos.