Este sencillo gesto es habitual en cada detención
Seguridad
Un policía desvela por qué tocan siempre el maletero de los coches que paran
Los protocolos de la Policía son muy exigentes y van mejorando con el paso del tiempo, en este caso nunca nada es fruto de la casualidad
Basta comprobar vídeos de carretera de la Policía norteamericana para comprobar que habitualmente cuando los agentes paran a un sospechoso en la carretera lo primero que hace es acercarse a la puerta del mismo.
En ese momento la recomendación para el conductor es siempre la misma: permanecer quieto con las manos en el volante y no realizar ningún gesto raro, pues es un momento de tensión muy elevada.
Máxima tensión
De hecho en ese momento los agentes son muy vulnerables, pues desconocen por completo quién puede haber en el interior del vehículo o si puede haber un arma apuntándoles.
Los protocolos siempre son los mismos
Mientras el agente se dirige hacia la ventanilla hay un gesto que se repite siempre, y es que el policía pone suavemente las manos sobre el portón del maletero del coche. Podría pensarse que es fruto de la casualidad, pero nada más lejos de la realidad.
Nada es casualidad
Realmente se trata de un protocolo de seguridad muy elaborado que incluye este gesto con una finalidad muy clara. El agente debe dejar rastro de sus huellas dactilares sobre el vehículo sospechoso, lo cual posteriormente serviría de prueba concluyente en caso de asesinato o similar.
El gesto se repite en todas las detenciones
El hecho de elegir siempre el mimo sitio es para facilitar el trabajo posterior de los investigadores, en caso de que el agente desapareciera o fuera asesinado.
En ocasiones el agente realiza un doble check de seguridad poniendo la mano en el techo del coche o en la puerta cuando se acerca a hablar con el detenido.
Por último tal y como explican agentes de la Policía, así también pueden percibir datos sobre el coche como si el coche está arrancado o parado y cerciorarse de que el portón del maletero esté bien cerrado y no haya nadie dentro que pueda darle una sorpresa. En cualquier caso un gesto de lo más sencillo e inteligente.
