El agente de la policía da el alto al motero
Práctico
Un conductor muestra cuál es la manera inteligente de actuar cuando te para la Policía
Más allá de juzgar si una multa es o no procedente, la actitud del conductor puede ser muy importante a la hora de que nos pongan una multa por cometer una infracción
Que te pare la Policía en carretera por haber cometido una infracción es cada vez más frecuente. Al fin y al cabo al haber mayor número de radares y mecanismos de control es lo normal.
De hecho, hace ya unos meses que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico anunciaron que quieren retomar su faceta didáctica en carretera, parando a los conductores para corregirles en la infracción cometida y no limitar su trabajo a hacerles llegar multas a sus domicilios, pues en este caso su labor sobre el asfalto se reduce a la meramente recaudatoria.
Máquinas de recaudar
En este caso hay que destacar la actitud modélica tanto del agente como del motero. Pera empezar el agente no inicia la conversación con el típico «¿Sabe usted por qué le he parado?», una frase que invita al conductor a reconocer allí mismo y al momento las infracciones cometidas.
El agente le ofrece firmar la infracción al motero
En cambio le explica perfectamente que había sobrepasado el límite de velocidad y le iba a tener que denunciar, modélico hasta el momento.
Actitud cordial
El motero por su parte opta por la opción más inteligente y educada, que es entender que ha cometido una infracción y que no sirve de nada el recurso del pataleo en plena carretera, pues si existe posible reclamación puede ejercerse con posterioridad.
Se olvida para siempre la absurda costumbre de no firmar la infracción, que a día de hoy no sirve de nada y se despide educadamente del agente con un «buen servicio».
A este motero le multaron recientemente por caerse de la moto
Merece recordar que en caso de mostrar agresividad o signos evidentes de desconsideración hacia los agentes estos pueden optar por incluirlo en el boletín de denuncia, lo que podría agravar las cosas.
Por ejemplo en el caso de las alcoholemias con juicio rápido es clave mostrar una actitud conciliadora y pedirle incluso al agente que refleje en la denuncia que no tenemos síntomas evidentes de embriaguez.
Este elemento será de gran ayuda delante de un juez (caso de ser así lógicamente), pues de lo contrario si refleja que vamos borrachos o con una actitud negativa, el juez también lo tendrá en cuenta.
