Así es la ruta del contrabandista que habría usado Puigdemont para huir: 22 horas y 1.307 km al volante

Hace minutos que el entorno de Puigdemont ha confirmado que el prófugo descansa ya en su residencia de Waterloo, en Bélgica. Un viaje cómodo por carretera en el que el prófugo habría tenido que decidir entre dos rutas: la tradicional por autopista que recomienda Google Maps o la vieja ruta por carreteras secundarias para evitar controles.

Ruta de delincuentes

Si nos ceñimos a la ruta recomendada por Google Maps, la más probable que haya usado si es que tal y como dicen ya está en su domicilio, se trata de un periplo de 1.326 kilómetros. Esa es la distancia por carretera que separa el Arco del Triunfo de Barcelona de su domicilio en Waterloo, la autobautizada por él mismo como la Casa de la República ubicada en la avenida de l’Avocat número 34.

Con la complicidad de algunos Mossos, el chófer de Puigdemont no habría tenido demasiado problema para tomar el simbólico paseo de Luis Company, de ahí la Gran Vía de las Cortes Catalanes y de ahí a la B-10 y la AP-7 en dirección Gerona (la tierra que le vio nacer) y Francia a través de la frontera de la Junquera, a donde llegaría probablemente a la hora a la que los Mossos levantaron la operación jaula.

Operación jaula

Una vez cruzada la frontera, ya en Perpiñán, comienza su periplo por Francia, país que cruzaría de sur a norte pasando por ciudades como Orleans, Clermont-Ferrand o París.

Un viaje que un solo conductor puede realizar en unas 12 horas que se convierten en 15 o 16 horas respetando siempre algunas paradas para descansar o respostar.

El mayor inconveniente son las numerosas carreteras de pago que se habrá encontrado Puigdemont en su viaje, unos 200 euros de coste a lo que habrá que sumar otro tanto de combustible teniendo en cuenta que hubiera viajado en el Honda Honda HR-V de gasolina que formó parte del operativo.

Es de suponer que el operativo de Puigdemont contara con una alternativa para dejar España por una ruta ‘secundaria’ que evitara autopistas para no encontrarse con controles de la policía o al menos con el menor número posible.

Para ello su viaje habría comenzado por la antigua N-II que le habría llevado al paso de la Junquera, justo a la hora a la que los Mossos podrían haber levantado la operación jaula durante un par de horas.

Ruta de los contrabandistas

Un viaje de unos 1.307 kilómetros y casi 22 horas que en condiciones normales es complicado hacer en menos de dos jornadas completas si tenemos en cuenta que el chófer debería dormir al menos una noche por el camino.

En este caso se habrían ahorrado los peajes, pero el coste en combustible rondaría los 200 euros. Si hubiera optado por esta ruta aún no habría llegado a su destino, pues es de suponer que haya viajado a velocidades legales para evitar problemas con la Gendarmeria francesa.

Una antigua ruta conocida para evitar autopistas y carreteras principales, que tenía una alternativa aún más discreta y más larga que incluye pistas de montaña que pasa por Andorra y es conocida como la ruta de los contrabandistas.