El Mercedes EQS es uno de los modelos afectados, pues la marca de la estrella ha decidido retirarlo del mercado

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Mercado

Los coches eléctricos recogen cable y los fabricantes apuntan a una electrificación más lenta y meditada

La bajada de precios de Tesla y la inexistente rentabilidad de los coches eléctricos ha obligado a las marcas a dejar de lado por el momento la electrificación

La electrificación del automóvil sigue estando en el horizonte de fabricantes y gobernantes, aunque cada vez parezca una realidad más lejana.

Los malos resultados de ventas cosechados por este tipo de vehículos sumados a la baja rentabilidad de unos automóviles en los que la mayor parte de los componentes provienen de marcas chinas o coreanas ha provocado que las firmas europeas hayan tenido que activar el plan B, que supone un retraso en sus planes de electrificación.

Lo bueno se hace esperar

La realidad es que la crisis del sector del automóvil en Europa se acentúa en un momento en el que el conjunto de fabricantes se enfrenta a caídas de ventas de coches eléctricos y térmicos e importantes reducciones de rentabilidad.

Ford ha retrasado varios de sus proyectos de coches eléctricos

Ford ha retrasado varios de sus proyectos de coches eléctricos

La transformación del sistema hacia la movilidad eléctrica está plagada de incertidumbres, con ventas que no han conseguido recuperar los niveles prepandemia y unas compañías que se enfrentan al posible cierre de plantas, como es el caso de Volkswagen en Alemania, ante lo que la dirección de la compañía califica como «entorno competitivo muy difícil».

Panorama incierto

Hay que recordar que esta tempestad comenzó con una ligera brisa primaveral, cuando Tesla decidió bajar el precio de sus coches muy por debajo de lo que pueden permitirse los fabricantes europeos.

En paralelo, las marcas chinas afilan sus cuchillos y crecen en competitividad mientras los fabricantes europeos dan marcha atrás en sus planes de electrificación de su mix de ventas.

Los coches eléctricos siguen sin un plan realista de ayudas a la compra

La baja de precios de Tesla ha matado la rentabilidad de los coches eléctricos

La última de las compañías en hacerlo ha sido Toyota, que ha recortado esta semana en un tercio sus planes de producción mundial de vehículos eléctricos para 2026 hasta el millón de unidades, 500.000 menos de las estimadas hasta ahora.

Por su parte, la sueca Volvo anunciaba su decisión de abandonar su objetivo de vender solo automóviles totalmente eléctricos para el final de la década, marcando como nueva meta que entre el 90 % y el 100 % de su volumen de ventas globales para 2030 consista en vehículos electrificados, es decir, una combinación de modelos totalmente eléctricos (BEV) e híbridos enchufables (PHEV).

Se relajan los objetivos

En Europa, Porsche, admitió en julio que no podrá cumplir su objetivo de vender un 80 % de coches eléctricos en 2030 y ahora asegura que lo hará «a lo largo de la década», pero sin detallar cuándo.

Stellantis disminuyó en Italia la producción de vehículos eléctricos en un 36 % en el primer semestre del año, y en mayo Mercedes-Benz alejó una vez más de sus ambiciosos objetivos en materia de electrificación de sus vehículos programada para 2030 ante el debilitamiento del negocio.

Por su parte, en Estados Unidos grandes fabricantes de la talla de Ford o General Motors han retrasado, o directamente cancelado, el desarrollo de nuevos modelos eléctricos, a la espera de poder escalar la producción y abaratar los planes de adaptación de las fábricas y producción de coches durante los próximos años.

Las fábricas de baterías tienen poco que ver con las fábricas de coches tradicionales

El precio de las baterías es una de las causas de la baja rentabilidad de los eléctricos

Todos estos fabricantes alegan que los costes de producción de los coches eléctricos son demasiado altos y que la competencia reduce la rentabilidad de estos modelos una vez salen a la venta ya que la demanda está estancada en Europa ante la indecisión de los particulares a la hora de cambiar de coche.

No habrá fábricas en Europa

Asimismo, la cadena de suministro europea de vehículos eléctricos aún necesita tiempo para desarrollarse, tal y como advierte el último análisis de ING, mientras que el descenso de los precios de las baterías de iones de litio y la caída de los niveles chinos por debajo de los 100 dólares por kWh plantean un desafío para la creación de nuevas instalaciones locales.

Sin embargo, los fabricantes son conscientes de que no se pueden perder la oportunidad de modificar la propulsión de sus vehículos ni la ola de electrificación de sus flotas, ya que no se espera que la Comisión Europea suavice sus objetivos de prohibición de ventas de coches de combustión a partir de 2035 en el territorio comunitario.

En este contexto, el documento de la entidad neerlandesa aconseja mantener las inversiones por parte de las automovilísticas a fin de renovar la cartera de productos para «asegurar posiciones a largo plazo» en el mercado durante la próxima década.

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