Curioso
¿Qué es un fender bender y por qué este es el más caro de la historia del automóvil?
Pocas veces se produce un fenómeno como este en el que la suma del precio de todos los coches involucrados ronda los ocho millones de euros
El término fender bender, que viene del inglés y podría traducirse literalmente como doblador de paragolpes, es muy usado en redes sociales para denominar el tipo de accidente que nosotros habitualmente denominamos golpe por detrás, alcance o sencillamente choque en cadena porque hay más de dos automóviles involucrados.
En este caso asistimos al que puede considerarse como el fender bender más caro de la historia, sucedió recientemente en Austria, en la localidad de Pfunds, y en el mismo intervinieron hasta cuatro supercars de las marcas McLaren, Ferrari y Bentley.
Duelen los ojos
Al parecer el culpable de todo fue el propietario del Ferrari 812, que en un despiste en plena curva chocó contra el más caro de todos los deportivos, LaFerrari, lo que le empujó contra el McLaren y desencadenó el siniestro por no mantener la distancia de seguridad.
En este caso nos encontramos ante cuatro deportivos realmente únicos, el primero es un McLaren Elva de 815 caballos valorado en unos 2 millones de euros, seguido por un Ferrari LaFerrari de 963 caballos y unos 5 millones de euros, un 812 Superfast de 800 caballos y medio millón de euros y por último un Bentley Continental GTC de 780 caballos y unos 400.000 euros.
Una colección de coches digna de un museo, afortunadamente ninguno parece tener daños muy serios aunque el más estropeado es también el más caro, pues el LaFerrari está afectado tanto en su parte trasera como en la delantera.
El más rápido y... caro
En este caso el Ferrari LaFerrari es el más rápido de todos, pues acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos con una velocidad punta de 372 kilómetros/hora. McLaren y 812 le igualan casi en aceleración aunque no en velocidad punta, con 330 y 340 km/h respectivamente.
En este caso un choque en cadena de libro en el que los cuatro coches iban dándose uno a otro ante la imposibilidad de frenar. Ahora serán los seguros los que tengan que hablar y ponerse de acuerdo, aunque tal y como es sabido en estos casos el que da por detrás siempre tiene la culpa de lo que ocurra, al menos en teoría.