
Donald Trump ha declarado públicamente su apuesta por la gasolina
Industria
Trump se convierte en el azote mundial del coche eléctrico: ni coches oficiales ni un cargador más
Donald Trump ha pasado de las palabras a los hechos y ha aprobado un paquete de medidas que tienen como objetivo llevarse por delante el coche eléctrico
El segundo mandato de Donald Trump promete ser aún más intenso que el primero. Durante el mes que lleva al frente del Gobierno norteamericano ha tomado más decisiones y aprobado más decretos que en buena parte de sus primeros cuatro años al frente del país más poderoso de la Tierra.
Todo lo que huela a ecologismo o socialismo (demócratas en los Estados Unidos) se ha convertido en un objetivo prioritario de su Gobierno, incluido el coche eléctrico uno de los iconos que han adoptado los movimientos ecologistas y de izquierdas en el mundo.
Proteger el empleo
No se trata de una medida gratuita ni de un capricho, sino que Trump pretende proteger a la industria tradicional norteamericana de automóvil y a las tres grandes (Ford, General Motors y Fiat-Chrysler) de la llegada del coche eléctrico, una tecnología en la que la ventaja de la industria china es casi absoluta. Trump es consciente de que de ello dependen millones de puestos de trabajo,

La prioridad absoluta de Trump es proteger la industria norteamericana del automóvil
Así, ha pasado de las declaraciones iniciales en las que anunciaba que perforaría el país entero para extraer todo el petróleo posible y volverse a situar a la cabeza económica mundial a ponerse manos a la obra eliminando cualquier tipo de ventaja para los coches eléctricos.
El papelón de Musk
Resulta complicado entender cómo debe estar viviendo Elon Musk, propietario de Tesla y uno de los cargos políticos más cercanos al presidente, toda esta vorágine de prohibiciones hacia el coche eléctrico.

Musk espera obtener muchos otros beneficios más allá del coche eléctrico
Aunque algunos decían que Trump no pasaría a la acción y se quedaría en las declaraciones, el presidente de los Estados Unidos ha anunciado el apagado y la retirada de muchos de los más de 7.000 cargadores públicos que hay en los Estados Unidos.
Ni coches ni cargadores
Una red de carga que los funcionarios de la Administración Biden aprovechaban para cargar sus vehículos eléctricos oficiales y particulares. Muchos de estos puestos están en edificios gubernamentales, pero otros están en la calle, formando una de las redes más amplias del país.
En paralelo miembros del Gobierno de Trump estudian ya el futuro para los más de 60.000 coches eléctricos que tiene en la actualidad la Administración norteamericana. El Gobierno de Biden tenía planes de que más de la mitad de los 650.000 vehículos oficiales que hay en los Estados Unidos fueran eléctricos antes de 2030.

Trump quiere acabar con todos los coches eléctricos oficiales
Por si estas dos medidas no fueran suficientes, el Gobierno de Trump está limitando las transferencias de fondos a California, el estado norteamericano con mayor número de vehículos eléctricos en la actualidad y que ofrece mayores ayudas a su compra dentro de los Estados Unidos.