Cuando el todoterreno más extremo del mercado demuestra que puede ser eléctrico

Llega al mercado uno de los coches más esperados de la temporada, hablamos de la versión 100 % eléctrica del nuevo Clase G, un coche que lleva a la venta desde hace más de 50 años en sus sucesivas evoluciones y que jamás pensó que iba a estar movido por un motor 100 % eléctrico.

Aunque tampoco es correcto hablar de un motor eléctrico, porque realmente el Clase G 580 eléctrico está movido por cuatro motores eléctricos, uno por rueda, que trabajan perfectamente sincronizados tanto dentro del asfalto como fuera de él.

Cuatro motores a una

Cada uno de los motores entrega una potencia de 147 caballos, lo que se traduce en una potencia conjunta de 587caballos de potencia. Una cifra de potencia más que suficiente para mover los 3.000 kilogramos de peso.

Esta configuración tan peculiar convierte al Clase G en una verdadera bestia del campo en la que no hacen falta reductoras ni nada por el estilo, pues en este caso la centralita del coche lo que hace es mandar más par y empuje a la rueda o las ruedas en concreto que lo necesiten puntualmente, lo que le permite pasar por lugares realmente inverosímiles sin necesidad de bloqueos de diferencial ni nada parecido.

Pasa por cualquier sitio

Sí que dispone de dos funciones electrónicas predefinidas que son el G-Steering y el G-Turn, la primera de ellas reduce el radio de giro bloqueando la rueda contraria, lo que nos permite literalmente pivotar sobre una rueda, mientras que el G-Turn lo que hace es hacernos girar sobre nosotros mismos en una especie de efecto peonza, distribuyendo el empuje en cada neumático.

Un vehículo que ha sido puesto a prueba en el mítico circuito austríaco de Schöckl, uno de los más duros y exigentes del mundo y por el que pasan todos los Clase G antes de llegar al mercado.

Extremo y duro

Este conjunto mecánico sigue haciendo del Clase G uno de los todoterreno más efectivos del mercado , con una batería de 116 kwh que nos permite disponer de hasta 470 kilómetros de autonomía, 600 en ciudad.

La carrocería del Clase G mide 4,62 metros de longitud y sus formas y diseño rinden homenaje al modelo original, sin diferencias importantes respecto al resto de versiones disponibles del modelo. Ofrece un ángulo de ataque de 32 grados, por 30,7 de salida y 20,3 ventral, así como una profundidad de vadeo de 700 milímetros y 250 de altura libre.

Cotas privilegiadas

El interior es fiel a su origen, con lo lujos justos para que los ocupantes se encuentren cómodos pero no entre algodones, incluida una pantalla multimedia de 12 pulgadas. Sin dejar de lado un equipamiento extremadamente completo.

Sobre asfalto es un Clase G de los de siempre, un coche más ágil de lo que cabe esperar pero que no está diseñado para ello aunque es cómodo. La versión eléctrica se suma a la gama de motores gasolina y diésel ya a la venta, en este caso el G580 tiene un precio de 196.200 euros, que podemos incrementar con todo el equipamiento imaginable.