Beryl Benacerraf (1949-2022)
Pionera del diagnóstico prenatal
También mejoró la detección de los trastornos ginecológicos con el uso de la ecografía
Beryl Rice Benacerraf
Formada en Columbia y en Harvard, fue una referente mundial de la Ginecología y la Obstetricia.
Ser la hija de un Premio Nobel de Medicina –Baruj Benacerraf, galardonado en 1980– abre muchas puertas, pero también puede conllevar una obligación de exigencia científica e intelectual. Así lo entendió Beryl Benacerraf, de ascendencia marroquí y venezolana, pero cuya infancia transcurrió, al ritmo de la carrera de su padre, entre Francia y Estados Unidos, antes de afincarse para siempre en Estados Unidos.
Al igual que su progenitor, se decantó por la Medicina. Pero mientras Baruj Benacerraf se especializó en Inmunología, su hija hizo lo propio en el campo de la Ginecología y la Obstetricia. Su primer logro estuvo relacionado consigo misma, al superar una dislexia, que, según ella misma, le hizo darse cuenta de que «tenía este don para la imagen. La radiología es el lugar al que pertenezco. Vivo en un mundo de patrones e imágenes y veo cosas que nadie más ve. Las anomalías me saltan como un cartel de neón».
Esa conversión de la desventaja en baza fue la rampa de lanzamiento de una notable formación académica empezada en la Universidad de Columbia y completada en la de Harvard, en donde impartió clases de Radiología.
Desde el Hospital Brigham and Women’s, perteneciente a la señera institución académica, Benacerraf revolucionó el diagnóstico prenatal de las anomalías congénitas y mejoró la detección de los trastornos ginecológicos con el uso de la ecografía. Entre otras cosas, su descubrimiento de que un gran pliegue nucal ecográfico en el segundo trimestre está asociado a la trisomía 21 estableció la importancia de la dismorfología fetal como instrumento de diagnóstico prenatal.
Con esta innovadora contribución, abrió la puerta a lo que hoy se conoce como «sonografía genética», una modalidad que ha mejorado notablemente el diagnóstico prenatal y la caracterización de los síndromes fetales.
Su indiscutible reputación en el campo de la Ginecología destacada se ve reflejada en numerosos reconocimientos: fue elegida miembro del Colegio Americano de Radiología y de la Sociedad de Radiólogos en Ecografía, y recibió el premio Marie Curie de la Asociación Americana de Mujeres Radiólogas en 2008, y el premio Lawrence A. Mack de la Sociedad de Radiólogos en Ecografía (2010). Fue autora de más de 300 artículos científicos, citados más de 13.000 veces en publicaciones posteriores.