Del primer PP que gobernó la Comunidad Valenciana

Nada hacía presagiar que Carlos González Cepeda, un Auditor Censor de Cuentas que tras abandonar la Administración del Estado ejerció como asesor fiscal se convirtiera en uno de los pilares de una formación política, el Partido Popular cuando esta tomó las riendas del poder en una Comunidad Valenciana convertida en un feudo socialista desde que se puso en marcha el Estado de las Autonomías. Joan Lerma parecía aferrado al sillón de mando del medieval Palacio de la Generalidad valenciana hasta que en los comicios autonómicos celebrados en la primavera de 1995 una nueva generación de políticos de centro-derecha logró desbancarle.

La encabezaba el ya por entonces controvertido antiguo alcalde de Benidorm Eduardo Zaplana, que a principios de los noventa se había librado in extremis de una condena penal por el Caso Naseiro, una de las primeras corruptelas que afectaron al partido de la gaviota. De esta nueva hornada formaba parte González Cepeda, diputado en las Cortes Valencianas, cuando lideraba la formación el no menos controvertido –aunque más en Estrasburgo que en Valencia– Pedro Agramunt. Con todo, no fue incluido en el primer ejecutivo presidido por Zaplana.

La recompensa para González Cepeda se produjo un año más tarde, cuando el Gobierno de José María Aznar, recién llegado al Palacio de la Moncloa, le nombró su delegado en la Comunidad Valenciana. Ejerció el cargo hasta mayo de 2000, fecha en que Zaplana, en una de sus remodelaciones, le eligió para ser conseller de Justicia y Administraciones Públicas.

De González Cepeda se puede decir que fue un conseller que desempeñó sus funciones con diligencia, no siendo involucrado en ninguno de los numerosos cargos de corrupción que asolaron al Partido Popular en tierras valencianas, y siguió en él hasta 2003, cuando Zaplana ya había sido relevado por José Luis Olivas. Menos suerte tuvo, en cambio, con alguna de sus aventuras empresariales posteriores a su paso por la política: a finales de 2007, el Grupo Erre Energía, que presidía, fue declarado en suspensión de pagos.