¿Por qué Biden no quiere a Sánchez?

España, que –a pesar de los pesares– podría considerarse uno de los diez países más importantes del mundo, está perdiendo toda su entidad internacional desde que Sánchez ocupa la Moncloa. Los marroquíes nos toman el pelo, porque nos tienen tomada la medida y no sabemos lo que saben de Sánchez. Los argelinos, estratégicos también para nosotros, han decidido romper las buenas relaciones, solo vamos a tener relaciones, pero la amistad queda relegada. Y es que con Sánchez se rompe, por regla general, cualquier idea de consenso y buen trato, tanto dentro como fuera de España. De todos modos, de nuestras actuales desastrosas relaciones internacionales, lo más inquietante es la actitud de Estados Unidos con España. Un notable miembro de la ciberseguridad norteamericana que pasó estos días por Madrid explicó a un reducidísimo número de conspicuos españoles, en una cena muy privada, que los informes que maneja la Inteligencia norteamericana sobre Sánchez son ciertamente inquietantes y van más allá de lo que Marruecos haya podido obtener del móvil con Pegasus. Por cierto, el sistema de espionaje lo puede obtener, previo pago de una considerable cantidad, quien lo desee. Así pues, mi pregunta es: ¿qué saben los norteamericanos de Sánchez que los españoles ignoramos? Vamos a esperar a que se celebre esa cumbre de la OTAN, en la que nuestro narciso tantas esperanzas tiene puestas, y veremos el lenguaje verbal y corporal de Biden. Si 28 segundos de monólogo le dieron a Sánchez para una rueda de prensa de diez minutos, con la cumbre de la OTAN, ya veo al negro literario de sus obras preparando varios volúmenes, cual obras completas. La duda, sin embargo, debería inquietarnos si no viviésemos en una sociedad altamente narcotizada.