Ussía y Fortes, una comparación odiosa
Es de un arrojo notable que un periodista menor, que no deja de ser un comisario del PSOE en TVE, se lance a señalar a un articulista de élite que le da unas vueltas
El periodista pontevedrés Xabier Fortes, de 57 años, ha entrevistado en su programa del Canal 24 horas a la veterana Ana Belén, eficiente cantante y actriz de 72 tacos, a la que con notable entusiasmo calificó de «diosa». Imperó en la charla una cordial complicidad, al compartir ambos el mismo ideario izquierdista. En un momento de la conversación, Ana Belén se puso melodramática y falsificando de manera gruesa la verdad histórica aseguró que «en la Transición asesinaron a mucha gente por salir a manifestarse» (en lo referente a las matanzas de ETA, que sí existieron, le dio un ataque de amnesia galopante). Ante una manipulación tan burda, Alfonso Ussía subió un tuit un tanto guerrillero: «Ana Belén, tan falsa como mentirosa. Tan mentirosa como comunista. Tan comunista como imbécil».
Pero la cosa no se quedó ahí, pues el comisario Fortes saltó presto al ruedo para tachar a Ussía de «mala persona» y «miserable».
Como en el frenesí digital todo discurre vertiginosamente y cada nueva tontería opaca la anterior, puede suceder que no se repare en la osadía que supone que un periodista tan desacreditado como el señor Fortes se lance a descalificar a uno de la categoría de don Ildefonso María Ciriaco Cuadrato Ussía Muñoz-Seca (o Alfonso Ussía, por aquello de resumir).
El articulismo es espuma de cerveza. Flor de un día. Por eso los que tenemos la inmensa suerte de que nos dejan escribir en los periódicos no debemos inflarnos de ego, como hacen hoy algunos jóvenes y jóvenas cincuentones, autores diletantes, que no se mojan ni con agua caliente y que por vestir camiseta y calzar bambas impostan ser perpetuos juveniles.
Sin embargo, existen rarísimas excepciones en las que un columnista se eleva sobre las olas de lo efímero y flota largo tiempo en la cima. Tal es el caso de Alfonso Ussía, que a sus 75 años lleva al menos tres décadas siendo el escritor de artículos de opinión más seguido por el público español. Ha ido cambiando de cabecera cada vez que su libertad se veía comprometida, pero el fenómeno siempre se repite: allá donde escribe, la gente busca su pieza. ¿Por qué? Calculo que por tres motivos: es muy gracioso; posee una cultura ancha y un enorme bagaje de vivencias; y por encima de todo, se trata de un espíritu libre, que se permite el lujo de decir lo que le da la gana. Y eso supone un acontecimiento en esta era de autocensura cobardona y pastueña corrección política. Se convierte en un oasis al que el público acude a refrescarse ante tanta brasa ideológica.
Podría seguir. Recordar que Ussía ha escrito más de treinta libros, algunos inmensos éxitos de ventas; o sus glorias de tertuliano, o sus guiones televisivos… Pero tampoco se trata de provocar que me invite a una mariscada suntuosa regada con un fino Châteauneuf du Pape del 2021 (aunque si se pone a ello tampoco recibirá grandes objeciones).
Para el currículo de Xabier Fortes, «Xabi» para sus coleguis del «progresismo» obligatorio, no voy a necesitar tanto espacio. Es un funcionario de TVE, que había trabajado toda su vida en el circuito gallego, donde fue elevado a jefe regional en el zapaterismo. En víspera de las generales de 2011 lo trajeron a Madrid para apoyar la causa, pues se trata de un conspicuo hooligan del PSOE (que además cada vez se corta menos). Colocado en 2013 en el Consejo de Informativos de la cadena pública, clamaba allí y en los famosos Viernes Negros contra una «manipulación inasumible», que ahora él mismo ha logrado superar con creces.
Fortes es una de esas personas que viven ancladas en un extraño resentimiento por las guerras de sus padres y abuelos. Practica un revanchismo dogmático, que lo lleva a divinizar a la izquierda y a tratar como apestados a los que no comulgan con el único credo admisible para él. Es también uno de esos españoles fascinados con los nacionalismos retrógrados y disgregadores, que creen que decir «boas noites» es mucho más guay que saludar a su audiencia en el español que une a todos.
Por su parte, Ussía es un maestro inapelable de lo suyo, que hace felices cada día a miles y miles de lectores con sus saberes, su espíritu indómito y sus ocurrencias humorísticas. Fortes es un comisario del PSOE en una cadena pública rendida a una calamidad llamada sanchismo, un apparatchik de la causa, que cuando cambie el inquilino de la Moncloa retornará a un gris olvido, del que en realidad tampoco ha emergido demasiado, pues las audiencias de su programa resultan bastante subterráneas.
La libertad y el humor... o el servilismo sectario y el amargor del enfurruñamiento socialista. Dos maneras de entender el periodismo. Cada cual es libre de elegir la suya. ¿Entrevistará alguna vez el gran Xabi en su programa de TVE, cadena pública que debe atender a espectadores de todas las tendencias, al columnista español de más éxito? Jamás. Presenta un problema insalvable: no es de izquierdas. Funcionan así.