«Cautivo y desarmado el Ejército...»

Cada vez mienten más: España es ahora «un referente mundial» según Bolaños. Comprendo que por razones estratégicas el PSOE tenga que vestir su traición a la Constitución como la apertura de «una nueva etapa para hacer política dentro de las instituciones» –lo que es una flagrante falsedad porque las instituciones se han roto–, pero comprendo mucho mejor la cara de felicidad de los siete diputados de Junts que acudieron ayer al Congreso exultantes de satisfacción como debía estarlo aquel amanuense que redactó el parte final de la Guerra Civil española que firmaría Francisco Franco. «En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.»

Queremos creer que ésta no es la victoria final, pero desde luego pueden afirmar sin temor a equivocarse que el «Ejército Constitucional» está cautivo y desarmado y las tropas independentistas han alcanzado sus últimos objetivos: saben que la independencia de cualquier región española es ahora viable con la jurisprudencia que se ha sentado en este proceso. Y que el «Ejército Constitucional» ha sido derrotado porque casi la mitad de sus tropas, las que se alinean en el Partido Socialista Obrero Español han abandonado la carta magna que nos dimos todos los españoles en 1978 y que, con todas sus flaquezas y errores, nos ha dado casi medio siglo de prosperidad y un progreso difícil de igualar en estos años por ningún otro país de nuestro entorno.

Sabemos que ayer los independentistas lograron una gran victoria que les rindió ese PSOE que mintió en las elecciones sobre cuál era su propósito. Mintió con desfachatez porque desde la misma noche de las elecciones el candidato ya celebró su derrota como una victoria porque no tenía el más mínimo inconveniente en ceder lo que fuese menester. Y tanto Bildu como Junts y ERC se sintieron vencedores porque sabían que estábamos en una subasta en la que se les rendiría lo que fuese. Como bien dijo el secretario general de Junts, las cesiones del PSOE no resuelven nada para España, sino que le pone todo en bandeja al independentismo. El PSOE intenta vendernos que éste es un proyecto de cohesión y unidad superando las tensiones del pasado, pero Turull no pudo ser más claro para clarificación de incautos si es que de verdad queda alguno: la amnistía es la vía hacia la autodeterminación. No es el final de nada.

Éste es el punto en el que se encuentra España hoy. Hasta un Carles Puigdemont investigado por terrorismo por el Tribunal Supremo ha conseguido una ley de amnistía redactada a su medida. España tiene un Gobierno que se alinea con los que violan la ley. Y, como es lógico, los golpistas se ven fuertes. Muy fuertes. «Ahora sí es una ley integral y de aplicación inmediata» se jactaba la independista Miriam Nogueras advirtiendo a los jueces de que «si no la aplican, estarán prevaricando». Con un par y la bandera de Tafalla. Ahora son los golpistas los que amenazan a los jueces. Ésta es la España que ha creado Sánchez de la mano de su ministro de Justicia, Félix Bolaños.