Cartas al director
Traición a España
Puede que a lo largo de la Historia de España no haya existido mayor traición a la patria que la que está perpetrando largo y tendido el actual presidente del Gobierno. Ni el Obispo Don Opas, ni el felón Fernando VII, ni el mismo Puigdemont con su fallida declaración de independencia se atrevieron a tanto. Atacar a la soberanía y a la integridad nacional, pues eso es derruir el Código Penal y abrir las puertas a quien ataca al Estado, debe ser considerado delito de traición, por mucho que el pasotismo de muchos españoles y la sumisión de partidos y diputados a los designios del Ejecutivo, lo que llaman democracia, que no es en este caso sino demagogia, lleven a España al abismo del desastre. Romper el Estado de derecho, zarandeando aún más, que ya es decir, la independencia del Poder Judicial, atacando a los jueces que se sienten independientes, solo es un síntoma de la grave enfermedad que ataca a España, producida por un virus que encontró el caldo de cultivo adecuado para llevar al país a una interrogante de difícil solución.