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Cartas al director

Pobres y en guerra

Cada compra pesa más. Evitamos mirar las facturas y cuando las vemos, suspiramos. Nos hemos acostumbrado a una filosofía donde el ahorro no se hace para crecer, sino para sobrevivir a final de mes o permitirnos algo pendiente las próximas semanas. Entre titulares y escándalos socialistas, hoy muchas familias españolas viven en una continua trinchera económica. Para los escépticos, las cifras: el 37,5 % de los andaluces se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, según el INE. En Canarias, la cifra es del 33,8 % y en Extremadura, del 32,8 %. Es decir, más de un tercio de la población de estas regiones no cuenta con recursos para poder pagar las necesidades básicas. Regiones que son el motor de la agricultura y del turismo nacional. Aquí –como en otras partes de España– esperan la tregua de un empleo o un mejor salario. Y todo ello, al compás de cada vez más y nuevos casos de corrupción de este gobierno.

Cada mes supone una nueva operación. Una estrategia. Un riesgo. Un mes llevamos el coche al taller y otro lo vivimos en completo barbecho. El próximo mes nos ilusionamos con ciertas vacaciones; vacaciones que para muchos no llegan. Y otro mes se nos rompe la plancha, o un mueble, ¡o llega un pago imprevisto! Y todo ello –insisto–, sin el cambio de tono del gobierno.

Los titulares que se envían a las trincheras familiares son los que son: «El precio de la luz subirá»; «El precio de la compra se encarece»; «Nueva subida en los combustibles»… Sí, de manera muy triste, hay quien ha asumido este desorden. Son posturas de trincheras. Así, catedráticos o no, muchos españoles viven hoy bajo una economía de guerra: todos se han hecho expertos de sus cuentas. ¿Solución? Esperamos la bandera blanca de quienes hoy gobiernan.

Javier Santos Marroquín

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