Cartas al director
Torrentes de opinión
Los torrentes opinativos se han desbordado en pleno agosto con flamígeras alusiones al bullicio del antruejo catalán con disfraz de mariscal de campo español. Acaso no sea para menos y quizá todo lo que sea más es una última representación de una ópera bufa, a la que su actor principal ha puesto broche final bajando el telón mientras parecía carcajearse a la espera de que otros recojan las reiniciadas buenas perspectivas de una segunda función.
Los serios interrogantes futuros tras este final cabaretero, el calado de esa opereta de baja estofa y no los personajes que hasta ahora han protagonizado los arlequines catalanistas es lo preocupante. A nadie se le escapa, y mucho menos al dos veces escapado Puigdemont, que con el comer de los demás no se juega y pretender que unos se permitan tupirse porque a otros se les recorte la ración se adentra ya, aunque estemos en verano, en aguas turbulentas