Desilusionante semana política

Los últimos días estamos contemplando una triste y desilusionante actuación política de Pedro I El Mentiroso y toda su corte política y de obligados socios, para mantenerse en la poltrona presidencial que nunca debió seguir ocupando.

El ataque permanente a la judicatura, que no comulga con sus criterios y que le hace frente defendiendo sus conocimientos, su profesionalidad y su compromiso con las leyes del Estado. Tenemos que agradecer a Isabel Perelló, presidenta del Tribunal Supremo y jurista de prestigio, a pesar de su ideología progresista. La defensa de la integridad jurídica de todos los integrantes de las instituciones que representan este servicio constitucional, a pesar de los detractores captados por el sanchismo y que embarran cada día las actuaciones de compañeros profesionales y fieles a sus compromisos adquiridos al acceder a sus puestos.

Los asuntos de corrupción que nos invaden y que terminaran aclarándose, le guste o no al peor presidente de nuestra democracia constitucional, le salpicarán y aclararán la miseria que les persigue, porque habrá jueces que se mantendrán en sus compromisos profesionales de defender nuestra constitución, nuestra democracia, nuestros principios y valores de gran país, de generosidad, lealtad y sacrificio que nos dimos en 1978, de la mano de nuestro Rey y de políticos de talla y de toda ideología, como llevamos días escuchando y leyendo sobre el histórico de esa época.

Los compromisos que no conocemos y a los que ha llegado con sus socios de gobierno, terminará con nuestro país y con nuestra Constitución. Váyase ya.