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en primera líneaJuan Van-Halen

Cómo quedar en la historia

Puede estar tranquilo Sánchez porque quedará en la historia. Todos los presidentes están en la historia. La cuestión es según y cómo

Actualizada 11:38

En mi larga experiencia nunca escuché a un presidente de Gobierno anunciar que pasaría a la historia hasta que Sánchez lo proclamó y señaló el motivo. Era algo que no precisaba consumo de meninges: haber sacado a Franco del Valle de los Caídos. Sánchez no lo sabrá porque lee poco, yo creo que no leyó entera ni su tesis, pero Franco no quería ser enterrado en el lugar que decidió el Rey Juan Carlos según comunicación al abad de la Basílica fechado «a las dieciséis horas del día 22 de noviembre de mil novecientos setenta y cinco». Como curiosidad es el único documento regio firmado «Yo el Rey». Donde quería ser enterrado el dictador era precisamente en el panteón al que lo trasladó Sánchez. Atendía, sin saberlo, la voluntad del difunto.

Todos los presidentes de Gobierno tienen su mención en la historia, más o menos amplia, negativa o positiva, pero desde que alcanzan su alta magistratura ya son historia. Algunos por hechos relevantes mejores o peores como Espartero, Narváez, Cánovas, Sagasta, Azaña, Lerroux o Largo Caballero, por citar los dos últimos siglos que me han interesado tanto. Pero ninguno ha quedado en la historia por algo que precisase tan nula materia gris.

Hay muchos motivos para que el futuro recuerde al presidente Sánchez porque suma decisiones con mayor repercusión social que aquel traslado en helicóptero de un fallecido varios decenios antes y cuando ya pocos tenían al personaje activo en su memoria. Asuntos ideológicos de carácter sectario y radical como entregar el BOE y la caja fuerte del Estado a Podemos con leyes que son bodrios, debidas a la ignorancia además de a la soberbia, y que afectan a veces a temas ni urgentes ni capitales. Que marquen el paso del Gobierno Podemos, los independentistas y los filoetarras buscando los votos de quienes no creen en la Constitución ni en España seguro que no se olvidará ni se perdonará. Es un modo de pasar a la historia.

Refiriéndome a cifras, el presidente más costoso de la democracia también quedará en la historia. La UE mira con lupa la distribución de fondos europeos y el día que Bruselas anunció una visita de inspección a España, la señora Von der Leyen decidió enviarnos 6.000 millones más. Fue un favor a Sánchez de la presidenta de la Comisión y un jarro de agua fría a los eurodiputados. Una prueba más del buen rollito entre Sánchez y doña Ursula. La comisión abandonó España preguntándose por qué se había abaratado el delito de malversación. Ahora en Europa preocupa el caso Mediador y la presidenta del Comité de Control Presupuestario, Monika Hohlmeier, recibió las noticias de la trama «con estupor». Andan mosqueados tras el llamado Qatargate, también de implicados socialistas. Entre la documentación del caso Mediador aparecen referencias a fondos europeos sobre todo Next Generation o para combatir los efectos de la covid. Otro motivo para quedar en la historia.

Ilustración: sanchez

Paula Andrade

La noticia del procesamiento en Italia del expresidente del Gobierno, Giuseppe Conte, de su ministro de Sanidad, Roberto Speranza, del presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, y de su consejero de Sanidad, Giulio Gallera, por la gestión de la pandemia abre otra incógnita en la UE. España no se caracterizó por la eficacia y celeridad ante la covid. Aún no sabemos oficialmente el número de muertos y las primeras semanas resultaron caóticas por la falta de medios y la acción insuficiente de quienes deberían haber reaccionado a nivel nacional. El hecho de que el Tribunal Constitucional declarase la inconstitucionalidad de dos medidas del Gobierno, y una tercera sentencia sobre el cierre, de hecho, del Parlamento no es un buen síntoma. A Conte y sus compañeros les llegó el procesamiento cuando ya no estaban en sus responsabilidades públicas. La Justicia es así. Otra razón para pasar a la historia.

El paro real, que los expertos elevan a más de 3,6 millones de desempleados, contando a los fijos discontinuos inactivos, la trampa que se inventó Yoli Díaz pero de la que no da cifras. Declaró que le encantan los datos. No en este caso. El empleo sube algún mes pero hay que contar las cifras oficiales de parados, demandantes de empleo y fijos discontinuos inactivos. Según Randstad Research y Fedea las cifras están distorsionadas. Advierten que el número de demandantes de empleo con relación laboral (fijos discontinuos inactivos) ha crecido en los últimos seis meses, de modo que el paro efectivo subió en 315.000 desempleados mientras el paro registrado oficialmente caía en 34.000. Como las cifras reales son un misterio los expertos van a ciegas. El paro rampante es otra causa para quedar en la historia.

La deuda crece y crece sin freno. Hemos llegado a 1.503.799 millones de euros (fuente: Banco de España). Estamos entrampados hasta nuestros bisnietos. Sánchez aumentó la deuda desde junio de 2018 a septiembre de 2022 en 300.941 millones de euros. O sea 5.900 millones de deuda más al mes o 196 millones más cada día. Y no hemos recuperado el PIB de antes de la pandemia. Si un nuevo Gobierno usa la tijera las calles manejadas gritarán que hace recortes. Ya ocurrió en 2011 cuando Rajoy llegó a la Moncloa y hasta las cifras que recibió en el traspaso de poderes eran falsas. La deuda desbocada y sin precedentes es otra vía para pasar a la historia.

Puede estar tranquilo Sánchez porque quedará en la historia. Todos los presidentes están en la historia. La cuestión es según y cómo.

  • Juan Van-Halen es escritor. Académico correspondiente de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando
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