El rugby español fuera del mundial Francia 2023

Toda mi vida, desde que tenía 11 años, he practicado el deporte del rugby en todas sus categorías, tanto en España como en Argentina, donde vivimos unos maravillosos años por cuestiones de trabajo, como ingeniero de caminos, de mi padre.

Afortunadamente, fui un buen jugador, adquiriendo una muy buena base en el rugby argentino, donde jugué en todas las categorías llegando a entrenar con los jugadores de los Pumas a los 18 años. Vuelto a España, jugué tanto en la liga universitaria, defendiendo a la Facultad de Ciencias que fue campeona de España y en la liga abierta al Atlético de Madrid, con el que también fuimos campeones. Tuve el honor de ser internacional absoluto en muchas ocasiones, de lo que estoy muy orgulloso como deportista y español. Quiero también destacar que ha seguido la saga en mi familia, siendo también internacionales mi hijo Lucas y mi nieto Jacobo.

Creo que puedo hablar con conocimiento de causa, ya que una vez retirado y hasta hace muy poco tiempo, seguí colaborando con el rugby en España y concretamente con el equipo de pozuelo llamado CRC Pozuelo.

Queda claro mi amor y entrega por este deporte, lo que hace más triste y dramática la situación que estamos viviendo estos días con la expulsión del equipo de rugby de España del Mundial Francia 2023, por alineación indebida de un jugador de nuestra selección, al haber falsificado su pasaporte.

La pregunta es: ¿se puede tolerar que por segunda vez consecutiva nos expulsen del mundial de rugby por alineación indebida, tanto en 2018 como en el Francia 2023?

Tenemos que buscar las verdaderas razones de esta ignominia, no en el jugador, ya que cuesta creer que la federación de Rugby no se haya enterado, y digo esto por el rumbo que tomó la Federación de rugby, pensando en mejorar el rugby español y que consistió en aplicar a tope la regla que permite que un jugador extranjero, que haya permanecido de manera continuada durante 36 meses en España, sin haber estado fuera del país más de 60 días desde la fecha de su debut competitivo. Esto en España se ha aplicado de forma salvaje, hasta el extremo, que en estos momentos el 70/75 por ciento de los jugadores de nuestra selección provienen de otros países. Al ser tantos los jugadores en esas condiciones y teniendo en cuenta la falta de profesionalidad de las estructuras de este deporte, es lógico se produzcan estos errores que tanto daño nos hacen por segunda vez.

En España, siempre se ha dado muy bien a los españoles el jugar al rugby y sin los apoyos que han tenido otras federaciones hemos tenido jugadores y equipos de mucha categoría, obteniendo muy buenos resultados a nivel amateur, tanto aquí, como compitiendo con equipos extranjeros y pongo un ejemplo, que por antiguo tiene más valor todavía y fue la victoria de la selección de Castilla contra la selección de Oxford/ Cambridge en 1959, en el campo de la Ciudad Universitaria de Madrid; no recuerdo el tanteo final, que fue ajustado, pero sí que yo jugué e hice dos try.

Para mí siempre he tenido claro que no se ha apoyado con firmeza y decisión como en otros deportes el Rugby, que además está mal estructurado, ya que estoy seguro de lo que digo, que el rugby nuestro hasta los 18 años de los jugadores, tiene un magnífico nivel, pero a partir de ahí o te incorporas a algún equipo de la liga y a esperar una oportunidad o terminas jugando en una división donde siguen los amantes del rugby que no lo quieren dejar, pero que no tiene realmente ningún atractivo para jugadores jóvenes que ya habían alcanzado un muy buen nivel.

Siento en el alma lo que acaba de suceder por segunda vez y espero, como tantos amantes del rugby en España, sea la última vez que nos veamos envueltos en algo tan bochornoso, apoyando sin fisuras el desarrollo de nuestro rugby, cien por cien nacional, que será la única forma que de verdad podamos ocupar un puesto destacado en el concierto internacional del rugby.

• José Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas