«Hemos recibido donativos de 50 céntimos de un mendigo que iba cada mes al banco a ingresarlos»

Apenas tiene empleados en su plantilla porque la mayor parte del trabajo lo hacen voluntarios; se escucha en los más recónditos lugares de nuestra geografía; acompaña a cientos de miles de personas a través de las ondas y acaba de cumplir 25 años en antena.

–Y todo esto lo hace Radio María sin tener un sólo segundo de publicidad pagada al día. ¿Cómo lo consiguen?

–Pues, al final, es por la Divina Providencia. Radio María, como un principio fundacional claro desde el minuto uno, estableció que no hubiera publicidad, para evitar cualquier tipo de dependencia económica. Se decidió que se sufragaran sus gastos únicamente con donativos de los oyentes. A mí me gusta entender el donativo no sólo como un concepto mercantil. Se trata más bien de un proceso que suele empezar con el conocimiento de la radio, con la oración por el proyecto y luego, como última etapa de ese camino, el donativo. Pero, sí, solo vivimos de los donativos que generosamente recibimos de nuestros oyentes.

–Entiendo que no se trata de aportaciones muy grandes, sino de muchos donativos pequeños...

–Efectivamente, cada año tenemos más donantes, pero el importe medio se va reduciendo, con lo que implica que cada vez nos escucha más gente. Obviamente, todos son de muy distinta condición y cada uno aporta en función de su de sus posibilidades.

–Sobre audiencias, precisamente, le quería preguntar. Radio María no aparece en el Estudio General de Medios (EGM). Pero, ¿tienen algún dato aproximado de cuántos oyentes tienen?

–Pues no, y a mí, personalmente, como como presidente, no me preocupa, porque nuestro objetivo es otro. El EGM es una herramienta que se utiliza para obtener el conocimiento de la audiencia y así saber qué tipo de oyentes tienes y cuál es su perfil comercial, para poder ajustar tus anuncios. Pero nosotros lo que pretendemos es evangelizar y convertir a las personas y acercarlas a Cristo, por lo que entonces cada oyente se convierte en un elemento fundamental de ese proceso.

–En cualquier caso, estamos hablando de audiencias de cientos de miles de personas...

–Sí ,nosotros calculamos que estaría en torno al millón de personas que van conectándose en distintos momentos a lo largo del día.

–Usted lleva siendo presidente de la emisora desde 2013. ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción en este tiempo?

–¡Ha habido tantas! Ha sido un proceso verdaderamente bonito, donde he tenido muchas ocasiones de palpar la acción de la Divina Providencia. Quizás, lo mejor es cuando recibes una carta de un preso donde te cuenta cómo se ha transformado su vida al escuchar la radio. O cuando, como nos ha ocurrido, recibimos donativos de una persona que vive en la calle, en Alicante, y que durante un año iba todos los meses a una sucursal bancaria e ingresaba 50 céntimos. O cuando recibes un donativo de un convento de clausura donde sabes que pasan hambre. Ese tipo de casos son verdaderamente muy íntimos y muy bonitos.

–De los cientos de cartas y correos electrónicos que les llegan cada semana, ¿hay alguna experiencia de conversión que le haya llamado especialmente la atención?

–Nos hemos intercambiado cartas con un preso y es una relación que me gusta mucho. También se han dado casos límite, como el de una persona que tenía previsto suicidarse como kamikaze con el coche. De golpe, la radio se sintonizó con un programa de Radio María sobre la esperanza, aparcó el coche y desistió de sus intenciones. Hay también muchos casos de conflictos matrimoniales que se han resuelto. Hay muchos testimonios que son realmente sorprendentes.

Un suicida escuchó un programa sobre la esperanza y desistió de sus intencionesJosé Manuel Díez QuintanillaPresidente de Radio María España

–Un pilar de la emisora son los voluntarios. ¿Cuántos tienen y a qué se dedican?

–Pues voluntarios en España somos –y digo «somos» porque a mí me gusta decir que el presidente es el último de los voluntarios– alrededor de 1.200, y las tareas son de lo más variadas. La parte más importante son los voluntarios que hay en cada diócesis que hacen lo que llamamos la difusión. Explicar el proyecto de Radio María por las parroquias, hospitales, centros sociales, en la calle... Luego, en la sede de Madrid hay voluntarios que ayudan a hacer copias de programas, tareas de administración, llevar la base de datos de los donantes, etc. También están los voluntarios de programación, que son los conductores de los programas. Casi todas las personas que hacen la programación de Radio María son voluntarios.

Apertura en Sri Lanka e India

–Usted está involucrado también en el lanzamiento de Radio María Portugal, Sri Lanka, Brasil, India, Israel y Sudáfrica. Cuéntenos algo de esos proyectos.

–Son proyectos apasionantes. Existen 93 asociaciones civiles de Radio María en 83 países por todo el mundo. Los países que se están potenciando ahora son Brasil, que por su dimensión obviamente requiere mucho esfuerzo. Por otro lado, toda el área subsahariana está bastante bien cubierta, hasta Sudáfrica, y ahí se está empezando la labor. Lo mismo ocurre en Tierra Santa, donde hace unos años empezó Radio María Nazaret, y desde España se ayudó a establecer la sede. Lo que se está haciendo ahora intentar incorporar emisoras para que crezca en un lugar tan necesitado. Me han pedido también que colabore en el desarrollo de Radio María India y de Sri Lanka, un país donde hay un principio de guerra civil y el mismo cardenal de Colombo pidió ayuda para que se creara una Radio María Sri Lanka. Si Dios quiere, este domingo voy a ir allí durante una semana para poner las bases y empezar a desarrollar el proyecto.

–Que, además, es un país donde los cristianos son minoría...

–Efectivamente, hay una mezcla entre mayoría musulmana e hindú. Los católicos son solo una parte que no llega al 10 % de la población, pero son comunidades muy fervientes y muy comprometidas que han sufrido muchos ataques. Hace cuatro años, en Pascua, estalló una bomba en la catedral de de Colombo. Por eso queremos ir para apoyar a esa comunidad perseguida.