¿Cuáles son los supuestos mensajes de Medjugorje que el Vaticano considera problemáticos?

Uno de los puntos más polémicos de la nota hecha pública por el dicasterio para la Doctrina de la Fe acerca de las supuestas apariciones de la Virgen en la localidad bosnia de Medjugorje es la valoración concreta sobre «presuntos mensajes marianos» cuya interpretación podría resultar conflictiva.

De entre los miles que se habrían comunicado desde el inicio de las apariciones a comienzos de los 80, la nota del Vaticano cita más de 140 mensajes que la Virgen (la Gospa, en la terminología que suele emplearse en Medjugorje como traducción de «la Señora») habría transmitido a los diferentes «videntes».

De estos, más de dos tercios de los recogidos por el documento no presentan ningún problema de colisión con el Magisterio y la Tradición de la Iglesia, lo cual vendría a reforzar su posible veracidad.

La mayoría cuenta con el visto bueno

Cuestiones como el cristocentrismo, la llamada a la conversión, la importancia de la Sagrada Escritura, de la eucaristía y de la oración, la necesidad de no minusvalorar el mal en el mundo, la importancia de la caridad y de la comunión con la Iglesia o la alegría y gratitud que debe acompañar el testimonio de los fieles son algunos de los aspectos positivos que la Santa Sede ha encontrado al escudriñar los presuntos mensajes de la Virgen.

Sin embargo, la nota recoge también 24 mensajes cuya interpretación puede resultar conflictiva. En concreto, el documento explica que, aunque «el conjunto de los mensajes posee un gran valor y expresa con palabras diferentes las enseñanzas constantes del Evangelio», también se han encontrado «algunos pocos mensajes que se alejan de estos contenidos positivos y edificantes e incluso parece que llegan a contradecirlos».

Por ese motivo, Doctrina de la Fe matiza que «es conveniente estar atentos para que estos pocos elementos confusos no oscurezcan la belleza del conjunto».

Sin errores doctrinales

Así, más que para emitir un juicio condenatorio de los fenómenos espirituales que podrían estar dándose en el lugar, el Vaticano reconoce que «para evitar que se comprometa este tesoro de Medjugorje, es necesario aclarar algunas posibles confusiones que pueden conducir a grupos minoritarios a distorsionar la valiosa propuesta de esta experiencia espiritual, sobre todo si se leen parcialmente los mensajes».

Es decir, que para Doctrina de la Fe, los mensajes que podrían resultar equívocos o matizables no contienen errores doctrinales irreconciliables con la fe católica ni con la veracidad de las supuestas apariciones, sino que pueden ser correctamente interpretados a la luz del conjunto de los mensajes, o incluso si se contextualizan dentro del propio mensaje que la Virgen habría dado.

Cuatro tipo de mensajes polémicos

El dicasterio presidido por el cardenal Víctor Manuel Fernández alude cuatro grupos de mensajes comprometidos: los que podrían ser interpretados como «reprimendas o amenazas», otros en los que la Virgen tendería hacia una «autoexaltación», los que muestran una predilección de María por la parroquia local, y los que insisten en que se escuche a la Virgen en sus presuntas apariciones.

En los del primer grupo, «la Virgen parece mostrar alguna irritación porque no se han seguido algunas de sus indicaciones; advierte así de señales amenazadoras y sobre la posibilidad de no aparecer más, aunque después los mensajes continúan sin cesar». Y cita tres de ellos, presumiblemente ocurridos en los inicios: «He venido a llamar al mundo a la conversión por última vez. A partir de entonces, ya no apareceré más en la tierra. Estas son mis últimas apariciones» (02.05.1982). «Daos prisa en convertiros. Cuando la señal prometida se manifieste en la colina será demasiado tarde» (02.09.1982). «Hoy os exhorto por última vez. Ahora es Cuaresma y vosotros, como parroquia, podéis proponeros aceptar por amor mi invitación. Si no lo hacéis, yo no deseo seguir dándoos otros mensajes» (21.02.1985).

Sin embargo, la propia nota reconoce que «en realidad, uno de los mensajes da la luz justa para interpretar adecuadamente los que hemos citado: «Los que hacen predicciones catastróficas son falsos profetas. Dicen: 'En tal año, en tal día, habrá una catástrofe'. Siempre he dicho que el castigo llegará si el mundo no se convierte. Por eso os invito a todos a la conversión. Todo depende de vuestra conversión» (15.12.1983).

Predilección por la parroquia

«Hay otras expresiones que corren el riesgo de ser interpretadas en un sentido erróneo, como sucede con los mensajes para la parroquia», matiza la nota.

Unos mensajes en los que «la Virgen parece desear un control sobre detalles del camino espiritual y pastoral –peticiones de días de ayuno o indicaciones de compromisos específicos para los diferentes tiempos litúrgicos–, dando así la impresión de querer sustituir a los organismos ordinarios de participación».

Y cita los mensajes presuntamente transmitidos el 1 de marzo de 1984, el 9 de junio de 1984, el 6 de diciembre de 1984; el 21 de marzo de 1985 y el 4 de abril de ese mismo año, en las que María habría manifestado su predilección por la comunidad parroquial de Medjugorje como depositaria de sus mensajes. Según Doctrina de la Fe, estas «reiteradas exhortaciones dirigidas a los parroquianos son una comprensible expresión del intenso amor de los presuntos videntes por su comunidad parroquial». Pero, como aclara el dicasterio, «los mensajes de la Virgen no pueden sustituir ordinariamente el lugar del párroco, del consejo pastoral o del trabajo sinodal de la comunidad sobre las decisiones que son objeto del discernimiento comunitario, gracias al cual la parroquia madura en la prudencia, la escucha fraterna, el respeto de los otros y el diálogo».

Una llamada «agobiante» «de improbable origen sobrenatural»

«En general la Virgen parece promover insistentemente la escucha de sus mensajes de tal manera que a veces esta invitación se destaca más que el contenido de los mismos mensajes», reconoce la Santa Sede. Y cita algunos cuya insistencia puede resultar «agobiante», como los del 8 y del 15 de noviembre de 1984; los del 18 y 25 de junio de 2010; los del 17 de mayo, el 17 y 24 de junio, y, sobre todo, el 30 de diciembre de 2011: «Queridos hijos, también hoy la Madre con alegría os invita: sed mis portadores, los portadores de mis mensajes en este mundo cansado. Vivid mis mensajes, acoged mis mensajes con responsabilidad. Queridos hijos, orad junto a mí por mis planes que deseo realizar».

La propia nota destaca que «esta exhortación, tan repetida, procede probablemente del amor y del generoso fervor de los presuntos videntes que con buena voluntad temían que las llamadas de la Madre a la conversión y a la paz fuesen ignoradas».

Aunque también reconoce que «esta insistencia se convierte aún más problemática cuando los mensajes se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen imparte órdenes sobre fechas, lugares, aspectos prácticos, y toma decisiones sobre cuestiones ordinarias», como un mensaje pretendidamente ocurrido el 1 de agosto de 1984 en el que la Virgen habría pedido una intensa preparación de tres días, con descanso laboral incluido, ante la conmemoración del segundo milenio del nacimiento de María.

«Expresiones que pueden confundir»

El cuarto de los planteamientos que cuestiona la nota se centra en una presunta «autoexaltación de la Virgen». «Son problemáticos -afirma el documento- los mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones: «mi plan», «mi proyecto»», así como otros en los que podría darse un «posible uso impropio de la palabra «mediadora» referida a María». Y cita en concreto los supuestos mensajes del 17 de julio de 1986, el 25 de mayo de 1993, el 1 de octubre de 2004, el 2 de septiembre de 2005, el 18 de marzo de 2012 y el 25 de junio de 2022.

«Estas expresiones podrían confundir», asegura Doctrina de la Fe, para aclarar que «sólo pueden interpretarse en este sentido: que la Virgen asume plenamente los planes de Dios hasta el punto de expresarlos como propios». Además, el documento reconoce que, en el caso de María como «mediadora», el mismo mensaje que podría resultar polémico deja «claro que esta mediación no oscurece la mediación única de Cristo; se trata únicamente de una «intercesión materna» por nosotros».

De hecho, habría sido la propia Gospa quien pondría todos sus mensajes bajo la autoridad de la Iglesia y los sometería a la importancia de la revelación contenida en la Sagrada Escritura. Y aporta numerosos ejemplos, como este mensaje, presumiblemente transmitido el 12 de noviembre de 1982: «No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro».