El Papa Francisco moviliza a la diplomacia vaticana para liberar a presos de Cuba
En su mayoría, los presos son jóvenes que fueron encerrados tras las manifestaciones de julio de 2021
La diplomacia del Papa Francisco se encuentra movilizada desde hace meses para lograr la libertad de los presos, en su mayoría jóvenes, encerrados en las cárceles comunistas, tras las manifestaciones que tuvieron lugar en la isla en julio de 2021.
La acción más incisiva la ha llevado a cabo el cardenal Beniamino Stella, antiguo prefecto del Dicasterio vaticano para el Clero, quien ha visitado Cuba del 23 de enero al 10 de febrero, en representación del Papa Francisco, para celebrar los 25 años del histórico viaje apostólico de Juan Pablo II, en el que dejó como legado todavía desestimado: «Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba».
Encarcelados por protestar
Según fuentes locales e internacionales, 297 personas que participaron en las inusuales protestas antigubernamentales en Cuba el 11 de julio de 2021 han sido sentenciadas a prisión, entre los que se incluyen 36 condenados a penas de entre 5 y 25 años por el delito de sedición.
Según la Fiscalía General de la República, estas personas, casi todos jóvenes, «atentaron contra el orden constitucional y la estabilidad de nuestro Estado socialista».
Las protestas circunscritas a aquella fecha, en las que miles de cubanos participaron cantando por la «libertad», constituyeron un hito en un país donde las manifestaciones contra el poder son totalmente inhabituales. De hecho, las concentraciones públicas no autorizadas son ilegales en Cuba.
El régimen tembló al ver la inesperada protesta y reaccionó según el protocolo castrista: las manifestaciones fueron aplacadas con la fuerza y más de mil personas fueron inmediatamente detenidas.
Sin embargo, las manifestaciones se desarrollaron de manera mayoritariamente pacífica. En ocasiones puntuales, se vandalizaron vehículos policiales y saquearon tiendas estatales. La represión policial provocó enfrentamientos, en los que murió al menos una persona y decenas resultaron heridas.
No se trataba de manifestaciones políticas o partidistas. Los hechos se produjeron en medio de una grave crisis económica. Los manifestantes expresaron su rechazo a los aumentos de los precios y la escasez de alimentos y medicinas. Algunos criticaron también el manejo de la pandemia por parte del gobierno cubano.
El Partido Comunista describió las protestas como un intento respaldado por Estados Unidos de derrocar al gobierno. Además, culpó a las sanciones de Estados Unidos de los problemas que provocaron las protestas y alegó que fueron financiadas e instigadas por grupos con sede en el país norteamericano.
La petición del Papa a Cuba
La Santa Sede está haciendo una labor de persuasión desde hace meses para tratar de dar a entender al gobierno cubano que esos jóvenes no reivindicaron una causa política.
«El Papa desea mucho que haya una respuesta positiva» por parte del Gobierno cubano a la liberación de los presos, afirmó el cardenal Stella en declaraciones recogidas por El Debate. «Es importante que los jóvenes que en un momento manifestaron su pensamiento de la forma que conocemos puedan volver a sus casas».
El cardenal Stella conoce bien la situación de la isla caribeña, pues era nuncio apostólico en La Habana cuando el Papa Karol Wojtyla cumplió con su histórica visita.
El acto protocolario culminante de la visita del purpurado italiano tuvo lugar el 8 de febrero en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en el que el enviado del Papa Francisco pronunció un discurso para hacer un llamamiento a promover «una auténtica reconciliación y fraternidad, no sustentadas en la similitud de ideas, sino en el encuentro del otro en su diversidad».
En el acto, participó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien tuvo, además, un encuentro privado con el cardenal Stella, a quien aseguró textualmente: «Queremos expresarle toda la voluntad que existe de seguir avanzando en las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede, y también con la Iglesia Católica en Cuba».
Sin embargo, Díaz-Canel evitó pronunciarse sobre la liberación de los presos. Para el Partido Comunista se trata de una cuestión peliaguda, pues existe el temor de que una revuelta popular, causada por la pobreza en la que se encuentra sumergida la población, pueda escaparse a todo control, poniendo en peligro al mismo régimen.
Diálogo de tres Papas
Por su parte, el cardenal Stella promovió la posición que Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han defendido en las últimas cuatro décadas: diálogo con las autoridades cubanas y extranjeras para encontrar soluciones.
«Hablando se pueden encontrar soluciones», insistió el enviado papal. «Ojalá se dé y se dé pronto», el diálogo entre Cuba y la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, «y se constituya en un paso importante para muchos avances, que el pueblo cubano necesita mucho. Hay cosas que se deben hacer y hacer pronto», insistió.
El cardenal de Boston
El cardenal Stella no es el único colaborador del Papa Francisco movilizado para tratar de lograr la liberación de los presos cubanos a los que la Santa Sede no les atribuye ni siquiera el apelativo de «políticos», pues de hecho no reivindicaron ninguna causa partidista.
Además de contar con los servicios diplomáticos de la Secretaría de Estado vaticana, según ha podido saber El Debate, el Papa cuenta con el saber hacer del cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston, perfectamente bilingüe en español, quien conoce muy bien la situación de la isla y ha realizado una visita a la iglesia local e incluso al mismo presidente Díaz-Canel para preparar el terreno.
El cardenal capuchino es también escuchado por el presidente Joe Biden, de manera que en estos momentos se ha convertido en un enlace triangular Vaticano, Washington, La Habana. Veremos en las próximas semanas si la presión triangular que está ejerciendo Francisco cunde efecto.