
Foto de archivo del Papa en una reunión que se celebraba en el Vaticano sobre los abusos a menores
El Papa asegura que el trabajo contra los abusos «es oxígeno para las Iglesias locales»
En su mensaje, Francisco estableció tres compromisos cruciales para seguir avanzando en esta causa
En un mensaje enviado a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, celebrada en Roma del 24 al 28 de marzo, Francisco no solo agradeció el esfuerzo realizado en los últimos diez años, sino que renovó una llamada clara y directa a continuar la lucha contra los abusos en la Iglesia.
«Este trabajo es como oxígeno para las Iglesias locales», señaló el Pontífice al reconocer el esfuerzo de quienes, en la primera línea de acción, buscan crear ambientes seguros para los menores. De acuerdo con el Papa, la protección no es solo una respuesta a una crisis, sino «una de las bases sobre las cuales edificar comunidades fieles al Evangelio». En sus palabras, la prevención debe entenderse como un compromiso diario y no como una solución momentánea ante emergencias.
En un momento en que la Iglesia aún enfrenta la sombra de escándalos pasados, el Papa afirma que la lucha por proteger a los más vulnerables es más que aplicar protocolos. «Cuando implementan prácticas de prevención, incluso en las comunidades más remotas, están escribiendo una promesa», dijo. Es una promesa que asegura que cada niño y cada persona vulnerable encontrará en la Iglesia «un ambiente seguro».

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Los tres compromisos del Papa: acción, cuidado y alianzas
En su mensaje, Francisco estableció tres compromisos cruciales para seguir avanzando en esta causa:1. Más trabajo con la Curia Romana: El Papa llamó a una mayor colaboración con los dicasterios de la Curia Romana, una señal de que la protección no debe ser solo un esfuerzo local, sino una prioridad central en toda la estructura eclesial.
2. Escuchar a las víctimas: Inspirado en el ejemplo del buen samaritano, el Papa insistió en la necesidad de ofrecer a las víctimas «hospitalidad y cuidado para las heridas del alma». Para Francisco, el escuchar con el «oído del corazón» es fundamental para devolver la dignidad a aquellos que han sufrido el abuso, un punto que resalta la urgencia de acompañar, no solo curar, a las víctimas.
3. Crear alianzas fuera de la Iglesia: El Papa también destacó la importancia de construir alianzas con autoridades civiles, expertos y asociaciones, para que la tutela se convierta «en un lenguaje universal», sentenció.
Francisco recordó que en estos diez años se ha logrado establecer una red de seguridad dentro de la Iglesia, pero aún queda mucho por hacer. «Continúen siendo centinelas que velan mientras el mundo duerme», fue su exhortación a los miembros de la Comisión, en un intento por «preservar de la tentación de archivar el dolor en lugar de curarlo».