Factores que aceleran el envejecimiento de la mujer al llegar a los 50 años
La menopausia es un proceso fisiológico normal que marca el final de la vida reproductiva
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El cuerpo de la mujer vive en un continuo proceso de cambio a nivel hormonal y uno de los más señalados es la menopausia. En esta etapa, que suele tener lugar entre los 40 y 50 años, las mujeres experimentan una serie de cambios hormonales y fisiológicos que se reflejan en la piel y en el cuerpo en general. Estos cambios son una parte natural del proceso de envejecimiento, pero es importante conocerlos para poder cuidarse de una manera adecuada, según explican expertos de la Clínica Ferraro.
Uno de los principales cambios que sufre la piel es la sequedad, debido a la disminución de estrógenos y la reducción de la producción de sebo, produciendo una pérdida de elasticidad.
La doctora Tiziana Iabichella, de Clínica Ferraro, explica: «La pérdida de colágeno y elastina, proteínas fundamentales para la firmeza de la piel, favorecen la aparición de arrugas y líneas de expresión más profundas. También, las manchas de la edad son más frecuentes debido a una mayor producción de melanina en algunas áreas de la piel, así como la pérdida de luminosidad», afirma.
Además, existen muchos mitos en torno a los efectos secundarios que sufre la mujer durante la menopausia. Por ejemplo, como añade la doctora, hay quien cree que la menopausia es una enfermedad, pero no, es un proceso fisiológico normal que marca el final de la vida reproductiva de una mujer, pero no es el fin de la vida sexual de la misma. Sin embargo, no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas.
Por otro lado, aunque los cambios hormonales pueden influir en el estado de ánimo, no existen evidencias científicas que sugieran que la menopausia cause trastornos mentales.
El peso en la menopausia
La doctora, además, explica la relación entre la menopausia y la ganancia de peso: «El aumento de peso durante la menopausia puede estar relacionado con cambios hormonales, pero también con factores como la disminución del metabolismo y los cambios en los hábitos de vida». En cuanto al envejecimiento, «este es un proceso natural que continúa después de la menopausia. Sin embargo, cuidar de tu salud y bienestar puede ayudarte a envejecer de una manera saludable», expone la doctora Iabichella.
Factores que aceleran el envejecimiento
Son varios los ingredientes que pueden provocar que los efectos de la menopausia se vean acrecentados:
Dieta inadecuada: el consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados, así como la falta de nutrientes esenciales, pueden acelerar el envejecimiento celular y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Sedentarismo: la falta de actividad física regular contribuye a la pérdida de masa muscular, la disminución de la densidad ósea y el aumento de peso, acelerando el envejecimiento.
Tabaquismo: daña las células y acelera el envejecimiento de la piel, los pulmones y otros órganos.
Consumo excesivo de alcohol: deshidrata el cuerpo, daña el hígado y puede acelerar el envejecimiento prematuro.
Falta de sueño: un sueño insuficiente o de mala calidad afecta la regeneración celular y puede acelerar el envejecimiento.
Tratamientos
A nivel genérico, el pellet hormonal con hormonas bioidénticas a las del organismo de cada persona es el tratamiento más recomendado.
En lo que a la piel respecta, la pérdida de luminosidad es uno de los principales cambios que sufre la mujer durante la etapa de la menopausia, pero existen varias estrategias para combatirlo y recuperar el brillo.
«La rutina de cuidado facial es muy importante para combatir los efectos de una piel apagada por los estragos de la menopausia. Es esencial llevar a cabo una limpieza facial suave, así como una exfoliación regular y una hidratación profunda, priorizando productos ricos en ácido hialurónico, vitamina C y otros humectantes para mantener la piel bien hidratada y flexible. No podemos olvidar aplicar protección solar diariamente, incluso en días nublados», sostiene la doctora Iabichella.
Para tratar específicamente la flacidez y las arrugas, existen productos y tratamientos avanzados que ofrecen resultados efectivos, como los sérums reafirmantes, con ingredientes como el retinol y la vitamina C, mejoran la firmeza y el tono. A nivel profesional, procedimientos como los rellenos dérmicos con ácido hialurónico, la toxina botulínica y los hilos tensores, permiten restaurar el volumen, relajar las líneas de expresión y devolver a la piel un aspecto juvenil. Por otro lado, la radiofrecuencia y los tratamientos láser son opciones seguras y eficaces que estimulan la producción de colágeno y mejoran la textura cutánea.
«En mujeres menopáusicas, tratamientos láser como el fraccional ayudan a tratar las arrugas finas, manchas, cicatrices de acné y mejorar la textura general de la piel; el láser IPL es ideal para las manchas, rojeces y vasos sanguíneos dilatados, mejorando el tono y la luminosidad; y el láser CO₂ fraccional, que es más invasivo y eficaz para tratar arrugas profundas, cicatrices y flacidez. La radiofrecuencia bipolar y monopolar también se recomiendan para combatir la flacidez, mejorar la firmeza y reducir las arrugas», concluye la experta de Clínica Ferraro.
Alimentación
Además, para mantener una piel saludable es fundamental llevar una alimentación rica en antioxidantes, mantenerse hidratada y realizar ejercicio regularmente. De igual forma, el manejo del estrés a través de técnicas como la meditación puede ayudar a reducir el impacto negativo sobre la piel, ya que el estrés acelera el envejecimiento celular.
En resumen, los beneficios de estos tratamientos incluyen una piel más suave, luminosa y uniforme, la reducción de poros dilatados, y un aumento en la elasticidad. Gracias a las innovaciones en medicina estética y, con los cuidados adecuados, las mujeres pueden mantener una apariencia radiante y saludable durante la menopausia y en todas las etapas de su vida.