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Evitar el ascensor ejercita los huesos y los músculos, mejorando la fuerza, la densidad ósea y la fibra muscularPxhere

Los beneficios para la salud de subir y bajar escaleras

Este ejercicio aeróbico nos permite trabajar los músculos de las piernas, quemar grasas y gastar energía

No existen excusas para no hacer algo de deporte todos los días. Eso de «no tengo tiempo» ya no cuela, puesto que tenemos a nuestro alcance varias prácticas que podemos realizar en nuestro día a día sin quitarnos tiempo de nuestra apretada rutina.

Bajarnos una parada antes al volver del trabajo para caminar algo, hacer unas sentadillas mientras esperamos a que se haga la cena o perder 15 minutos para hacer unas series de abdominales son algunos ejemplos que nos ayudarán a no llevar una vida cien por cien sedentaria.

A esto podemos añadirle otra: subir y bajar las escaleras en vez de coger el ascensor. Esta actividad es muy eficaz, barata –todos tenemos unas escaleras en nuestro edificio o en el trabajo– y no nos robará mucho tiempo. Este sencillo ejercicio aeróbico nos permite trabajar los músculos de las piernas, quemar grasas y gastar energía, mejorando así la frecuencia cardíaca y la capacidad pulmonar.

Pero los beneficios no acaban aquí: evitar el ascensor ejercita los huesos y los músculos, mejorando la fuerza, la densidad ósea y la fibra muscular. Además, durante el ascenso el cuerpo libera endorfinas, por lo que aumentará la sensación de bienestar.

Es evidente los beneficios al subir las escaleras pero ¿y al bajarlas? También estamos haciendo ejercicio, aunque hacemos más esfuerzo cuando subimos. Al ascender se trabajan los cuádriceps, los glúteos y los gemelos, mientras que al descender es el cuádriceps el que trabaja más.

Diferentes ejercicios

Pero podemos no limitarnos a subir y bajar. A medida que vayamos cogiendo práctica, iremos aumentando la velocidad de subida para que así las pulsaciones se vayan incrementando y mejorando la resistencia.

Además, podemos modificar la forma de subir las escaleras. Por ejemplo, haciéndolo de dos en dos, con ambos pies a la vez o incluyendo sentadillas en cada escalón. Si queremos tonificar los gemelos, nos pondremos en el borde de un escalón de puntillas y bajaremos los talones lo máximo posible para después volverlos a subir. Así tantas veces como podamos.

Con esta sencilla rutina, que podemos repetir al menos tres veces a la semana, dejaremos a un lado el sedentarismo y comenzaremos a ejercitar el cuerpo. Es probable que a medida que vayamos avanzando queramos hacer más, por lo que es una buena manera de iniciarnos en el mundo del deporte.

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