«Cuando se alcanza la vejez el ejercicio físico no debería ser una opción sino una necesidad»

El 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad, una población que ha ido en aumento y que, según la ONU, en 2050 se espera que supere a la infantil. Álvaro Juesas Torres, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Castellón y especialista en Calidad de Vida y Salud asegura que el ejercicio físico debería ser parte de fundamental de la rutina de vida de cualquier persona y el riesgo que supone el envejecer con sedentarismo.

—¿Por qué es importante el ejercicio físico cuando se hace uno mayor?

—Realmente practicar ejercicio físico cuando se alcanza la vejez no debería considerarse como una opción sino como una necesidad. Con los años, envejecen nuestras células, y con ellas nuestros órganos, músculos, e incluso huesos y articulaciones. Esto supone, entre otras cosas, perder la capacidad funcional que nos concede nuestra autonomía en el día a día. El ejercicio físico permite, además de aumentar la esperanza de vida, reducir el índice de morbilidad y preservar la movilidad durante más tiempo.

—¿Qué tipo de deporte está más indicado a partir de los 60 años y de los 70?

—Tradicionalmente siempre se ha considerado el ejercicio de carácter aeróbico, como el ideal para personas mayores. Y aunque ciertamente este tipo de ejercicio resulta muy beneficioso para la salud, la realidad es que el entrenamiento de la fuerza resulta igualmente necesario para retrasar la pérdida de la función física. Así pues, combinar ambos tipos de ejercicio sería lo más indicado.

Todas las personas, sin importar el género, deberían tener conciencia del riesgo que supone el envejecer con sedentarismo»

—¿Recomendaría los ejercicios de pesas?

—Sí, resulta imprescindible, aunque lógicamente, procurando unas condiciones seguras para su ejecución. Entre los efectos más perjudiciales del envejecimiento encontramos la sarcopenia y la dinapenia. La primera consiste en la pérdida de masa muscular asociada a la edad, y la segunda la pérdida de la fuerza. Ambas patologías podrían retrasarse, o incluso revertirse con ejercicio de fortalecimiento muscular utilizando pesas.

— Hay quien practica deportes de equipo los fines de semana (pádel, baloncesto, tenis) también como actividad social. Al llegar a una edad lo dejan ¿qué les recomendaría para mantener la rutina de ejercicio?

—Recomendaría que mantuvieran un control regular de su condición física bajo la supervisión de un profesional. Muchas veces, el abandono de estos deportes se debe al desgaste articular que podrían generar en personas mayores, y el riesgo que esto supone para su salud. Pero si se mantiene una buena condición muscular y se practica este tipo de deportes con moderación, se podría sostener esta rutina sin que supusiera un riesgo mayor al ordinario.

—Los hombres jóvenes practican mucho deporte, sin embargo, al llegar a la Tercera Edad son las mujeres quienes hacen más gimnasia de mantenimiento, ¿cree que deberían hacerse campañas para fomentar que los hombres acudieran a este tipo de clases?

—Sin duda. Como ya he dicho antes, practicar ejercicio debería enfocarse como una necesidad. Todas las personas, sin importar el género, deberían tener conciencia del riesgo que supone el envejecer con sedentarismo. Pasear, aunque es un buen hábito, no es suficiente. Realmente debemos aprender a envejecer en salud.

—¿Qué le diría a una persona de más de 60 años que nunca ha practicado ningún deporte?

—Incluso si nunca ha practicado ejercicio físico, una persona mayor tiene la misma capacidad para generar masa muscular que otra que haya realizado ejercicio toda su vida. Así que lo que yo le diría es que nunca es tarde para empezar.