Trucos para dormir mejor cuando la tos amenaza por la noche
La tos es un reflejo del organismo para mantener las vías respiratorias despejadas y la manera que tiene nuestro cuerpo de responder cuando algo irrita la garganta. Según recuerda el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, una tos ocasional es normal y saludable. Sin embargo, una tos prolongada y persistente, o con excesiva mucosidad, puede producir cansancio, problemas para dormir, dolores de cabeza e incluso vómitos.
Entre las causas más habituales de la tos aguda se encuentran las infecciones de las vías respiratorias altas, como los resfriados, la faringitis, la bronquitis aguda, también la neumonía, la reagudización de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el goteo postnasal, consecuencia, por ejemplo, de una sinusitis. Y entre las patologías que pueden derivar en tos crónica se halla la bronquitis crónica, el asma bronquial, el reflujo gastroesofágico (ERGE) y también el goteo postnasal. Igualmente, diversos tipos de alergias pueden provocar tos de distintas características.
La tos nocturna puede percibirse como más molesta o dar sensación de más intensa al encontrarnos en un periodo de descanso.
Consejos para aliviar la tos nocturna
Los expertos explican que como norma general es muy importante beber mucho líquido para facilitar la expulsión de las flemas y aliviar la irritación de las mucosas. Principalmente agua, infusiones, caldos o zumos naturales. Chupar pastillas para la tos o caramelos duros nos ayudan a suavizar la garganta irritada.
Es importante mantener las fosas nasales despejadas por lo que antes de acostarse hay que hacer lavados con agua de mar o suero. También puede ayudarte a aliviar la congestión nasal tomar una ducha o baño caliente y aprovechar para respirar el vapor que se produce.
Es recomendable mantener un ambiente ligeramente húmedo utilizando un humidificador y evita los ambientes secos que favorecen la irritación de las mucosas y, por tanto, la aparición de tos.
Recuerda usar dos almohadas o inclinar ligeramente la cabecera de tu cama para mantener la cabeza más alta, que evita la acumulación de mucosidad y facilita la respiración.
Dormir de lado, mejor que boca arriba, también puede ayudarte a pasar mejor la noche.
Si la tos es persistente o va acompañada de otros síntomas, como fiebre, mucosidad verdosa, sangre, dolor, etcétera, será necesario acudir al médico.