Natalia Jiménez

Natalia Jiménez en un vídeo de TikTokRR.SS.

Cómo tratar el cáncer de sangre, la enfermedad que padece la 'influencer' Natalia Jiménez

La joven de 20 años, ex concursante de 'Masterchef Junior' ha confirmado el diagnóstico en TikTok

Natalia Jiménez, concursante de la cuarta edición de Masterchef Junior y una de las influencers de moda, ha querido compartido con sus seguidores de TikTok una noticia que nunca hubiera querido dar. Tras unas fotografías en el hospital en las que no presagiaba nada bueno, la joven de 20 años ha confirmado el diagnóstico: cáncer de sangre. En un emotivo vídeo, Natalia Jiménez explica: «Me han diagnosticado un cáncer de sangre. No es de los peores cánceres que se pueden tener y todo el mundo me dice que tengo 20 años y al final es muy buen pronóstico. Sé que va a pasar rápido porque tengo muchos proyectos que hacer» y añade: «Obviamente, siento que no me lo merezco, nadie se lo merece, pero tengo 20 años y ya me he pasado más de la mitad de mi vida yendo y viniendo del hospital por la anorexia».

¿Qué es un cáncer de sangre?

Los cánceres hematológicos son aquellos que tienen lugar en las células sanguíneas. Algunos de ellos son, el linfoma, el mieloma o la leucemia.

Leucemia

La leucemia comienza en una célula de la médula ósea, la cual sufre un cambio y se convierte en un tipo de célula leucémica. Una vez que la célula de la médula ósea sufre el cambio leucémico, las células leucémicas que produce pueden proliferar y sobrevivir mejor que las células normales. Con el tiempo, las células leucémicas desplazan y/o inhiben el desarrollo de las células normales.

Según explican desde The Leukemia & Lymphoma Society, la tasa de progresión y la manera en que las células reemplazan a las células normales de la sangre y médula ósea son diferentes en cada tipo de leucemia.

Entre los subtipos de leucemia se incluyen la leucemia linfoblástica aguda; leucemia mieloide aguda; leucemia linfocítica crónica; leucemia mieloide; linfoma crónico.

Linfoma

El linfoma es el nombre de un grupo de tipos de cáncer de la sangre que se originan en el sistema linfático.

Los dos tipos principales son el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin (HL y NHL, en inglés). El primero se distingue de otros tipos de linfoma por la presencia de células de Reed-Sternberg. Estas son células cancerosas grandes, llamadas así por los científicos que las identificaron por primera vez. Con un tratamiento adecuado, el linfoma de Hodgkin puede curarse en la mayoría de los pacientes.

El linfoma no Hodgkin comprende un grupo diverso de enfermedades que se distinguen por las características de las células cancerosas asociadas a los distintos subtipos de la enfermedad. Los subtipos de linfoma no Hodgkin pueden ser de baja malignidad y de progresión lenta o agresivos y de progresión rápida.

Mieloma

El mieloma comienza en la médula ósea. Es un cáncer de las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco. Hay varios tipos de mieloma:

Mieloma múltiple, que es el tipo más común. Más del 90 % de las personas con mieloma tienen este tipo. El mieloma múltiple afecta varias áreas distintas del cuerpo.

Plasmocitoma, en el que las células del mieloma se manifiestan en una sola zona del cuerpo, por ejemplo, un tumor en el hueso, la piel, el músculo o el pulmón.

El mieloma se caracteriza por la tasa de progresión de la enfermedad, ya sea rápida o lenta, y se clasifica en grupos según esta característica. Estos grupos son:

Mieloma asintomático, que progresa lentamente y no produce signos ni síntomas en el paciente a pesar de que él o ella tiene la enfermedad.

Mieloma sintomático, que produce síntomas relacionados con la enfermedad, tales como anemia, daño renal y enfermedad ósea.

Tratamientos

Las opciones de tratamiento varían según el tipo de cáncer de la sangre que tiene y dependerán de su diagnóstico específico, edad, los resultados del análisis de los cromosomas de las células de la médula ósea, la sangre y los ganglios linfáticos, su estado de salud general y otros factores. En algunos casos puede incluir una cirugía, aunque por lo general no es lo habitual. El tratamiento podría incluir:

Quimioterapia: consiste en el uso de medicamentos o sustancias químicas potentes, a menudo administrados en combinaciones de múltiples medicamentos o a intervalos de tiempo, para matar o dañar las células cancerosas.

Terapia dirigida: a diferencia de los medicamentos empleados en la quimioterapia, los que se usan en las terapias dirigidas atacan selectivamente a las células cancerosas. Estos medicamentos están «dirigidos» a los cambios genéticos o proteínas que cumplen una función en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas.

Radioterapia: esta terapia causa daño en el material genético, denominado ácido desoxirribonucleico (ADN), que se encuentra dentro de las células, lo cual impide que estas crezcan y se reproduzcan. A pesar de que la radioterapia está dirigida a las células cancerosas, también puede dañar las células sanas. Sin embargo, los métodos actuales reducen al mínimo el daño a los tejidos cercanos

Inmunoterapia: la inmunoterapia, también denominada 'terapia biológica', emplea el sistema inmunitario del propio paciente para combatir el cáncer. El sistema inmunitario ayuda a proteger al cuerpo contra las enfermedades e infecciones. En la mayoría de las circunstancias, el sistema inmunitario natural del cuerpo parece ser incapaz de identificar al cáncer como un invasor ajeno. La inmunoterapia se basa en el concepto de que las células inmunitarias o los anticuerpos que pueden reconocer y matar las células cancerosas pueden producirse en el laboratorio y luego administrarse a los pacientes para tratar el cáncer.

Trasplante de células madre: es un procedimiento que reemplaza las células productoras de sangre enfermas del paciente por células sanas.

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