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Preparar té absorbe de forma natural metales pesadosGTRES

Preparar una taza de té podría eliminar ​​el plomo y el cadmio del agua

Los iones de metales pesados se adhieren o se adsorben en la superficie de las hojas de té

Al se le atribuyen numeroso efectos beneficiosos para la salud como prevenir la aterosclerosis, disminuir los niveles de colesterol y de azúcar en sangre; reducir el riesgo de infarto; ayudar a controlar la hipertensión; proteger frente al cáncer, frente a la osteoporosis e incluso retrasar el envejecimiento. Ahora, en un nuevo estudio, investigadores de la Universidad Northwestern han demostrado que preparar té absorbe de forma natural metales pesados como el plomo y el cadmio, filtrando eficazmente los contaminantes peligrosos de las bebidas.

En el trabajo, publicado en la revista ACS Food Science & Technology , los científicos aseguran que los iones de metales pesados se adhieren o se adsorben a la superficie de las hojas de té, donde quedan atrapados hasta que se desecha la bolsita de té usada.

Vinayak Dravid, autor principal del estudio explica: «No estamos sugiriendo que todo el mundo empiece a utilizar las hojas de té como filtro de agua» y añade: «En este estudio, nuestro objetivo era medir la capacidad del té para adsorber metales pesados. Al cuantificar este efecto, nuestro trabajo destaca el potencial no reconocido del consumo de té para contribuir pasivamente a la reducción de la exposición a metales pesados en las poblaciones de todo el mundo».

Por su parte, Benjamin Shindel, primer autor del estudio afirma: «No estoy seguro de que las hojas de té tengan algo de singular como material» pero agrega: «Tienen una gran superficie activa, que es una propiedad útil para un material adsorbente y lo que hace que las hojas de té sean buenas para liberar rápidamente sustancias químicas del sabor en el agua. Pero lo que es especial es que el té es la bebida más consumida en el mundo. Se podrían triturar todo tipo de materiales para obtener un efecto similar de eliminación de metales, pero eso no sería necesariamente práctico. Con el té, la gente no necesita hacer nada extra. Simplemente se ponen las hojas en el agua y se remojan, y eliminan los metales de forma natural».

Así se hizo el estudio

Para llevar a cabo el estudio, el equipo de Northwestern exploró cómo los diferentes tipos de té, las bolsitas de té y los métodos de preparación afectan la adsorción de metales pesados. Las distintas variedades analizadas incluían tés «auténticos», como el negro, el verde, el oolong y el blanco, así como tés de manzanilla y rooibos. También examinaron las diferencias entre el té de hojas sueltas y el té envasado comercialmente.

Los investigadores crearon soluciones de agua con cantidades conocidas de plomo y otros metales (cromo, cobre, zinc y cadmio) y luego calentaron las soluciones justo por debajo de la temperatura de ebullición. A continuación, añadieron las hojas de té, que se dejaron en infusión durante distintos intervalos de tiempo, desde unos pocos segundos hasta 24 horas.

Después de la infusión, el equipo midió la cantidad de metal que quedaba en el agua. Al comparar los niveles de metal antes y después de añadir las hojas de té, pudieron calcular cuánto se había eliminado de manera efectiva.

Las bolsas de celulosa funcionan mejor y no liberan microplásticos

Después de varios experimentos, Dravid, Shindel y su equipo identificaron varias tendencias. Tal vez no sea sorprendente: la bolsa sí importa. Después de probar distintos tipos de bolsas sin té en su interior, los investigadores descubrieron que las bolsas de algodón y nailon solo absorbían cantidades insignificantes de contaminantes. Las bolsas de celulosa, sin embargo, funcionaron increíblemente bien.

La clave para que un material absorbente tenga éxito es una gran superficie. De forma similar a cómo un imán se adhiere a la puerta de un refrigerador, los iones metálicos se adhieren a la superficie de un material. Por lo tanto, cuanto mayor sea la superficie a la que se adhieran las partículas, mejor. Shindel postula que la celulosa, que es un material natural biodegradable hecho a partir de pulpa de madera, tiene una mayor superficie (y, por lo tanto, más sitios de unión) que los materiales sintéticos más lisos.

«Las bolsas de algodón y nailon prácticamente no eliminan metales pesados del agua», afirma Shindel quien añade: «Las bolsas de nailon para té ya son problemáticas porque liberan microplásticos, pero la mayoría de las bolsas de té que se utilizan hoy en día están hechas de materiales naturales, como la celulosa. Estas pueden liberar micropartículas de celulosa, pero eso es solo fibra que nuestro cuerpo puede procesar».

Mayor tiempo de remojo, menos metales

Al comparar distintas variedades de té, los investigadores descubrieron que el tipo de té y la molienda desempeñaban un papel menor en la adsorción de contaminantes. Las hojas de té finamente molidas, en particular las hojas de té negro, adsorbían ligeramente más iones metálicos que las hojas enteras. Una vez más, los investigadores atribuyeron esto a la superficie.

«Cuando las hojas de té se procesan para obtener té negro, se arrugan y sus poros se abren», explicó Shindel. «Esas arrugas y poros agregan más área de superficie. Moler las hojas también aumenta la superficie, lo que proporciona aún más capacidad de unión».

De todos los experimentos, un factor se destacó más. El tiempo de infusión jugó el papel más importante en la capacidad de las hojas de té para adsorber iones metálicos. Cuanto más largo era el tiempo de infusión, más contaminantes se adsorbían.

Cualquier té que se deja reposar durante más tiempo o que tiene una mayor superficie eliminará eficazmente más metales pesadosBenjamin Shindel

Shindel afirma: «Algunas personas dejan reposar el té durante unos segundos y no van a obtener mucha recuperación. Pero si se deja reposar el té durante períodos más largos o incluso durante la noche (como el té helado), se recuperará la mayor parte del metal o tal vez incluso casi todo el metal del agua».

Los beneficios para la salud

Aunque los resultados dependen de varios factores (por ejemplo, el tiempo de infusión y la proporción de agua y té), la preparación del té elimina una cantidad de plomo del agua que debería ser significativa desde una perspectiva de salud pública.

A partir de sus experimentos, los investigadores estiman que la preparación del té puede eliminar aproximadamente el 15% del plomo presente en el agua potable, incluso en concentraciones de hasta 10 partes por millón. Esa estimación se aplica solo a una taza de té «típica», que incluye una taza de agua y una bolsita de té, preparada durante tres a cinco minutos. Al cambiar los parámetros se eliminan diferentes niveles de plomo. Por ejemplo, si se deja reposar durante más de cinco minutos, se absorbe más plomo en comparación con el tiempo de infusión promedio.

«Diez partes de plomo por millón son, obviamente, increíblemente tóxicas», afirmó Shindel. «Pero con concentraciones más bajas de plomo, las hojas de té deberían eliminar una fracción similar del contenido de metal en el agua. El factor limitante principal es el tiempo durante el cual se deja reposar el té».

En las zonas del mundo con abundantes recursos, es poco probable que las concentraciones alcancen niveles tan altos. Y si hay una crisis de agua, preparar té no resolverá el problema. Pero Shindel dijo que los resultados del estudio brindan nueva información útil que podría aplicarse a la investigación de salud pública.

Si en una población se bebe una taza de té extra al día, quizá con el tiempo se observe una disminución de las enfermedades que están estrechamente relacionadas con la exposición a metales pesadosBenjamin Shindel

Este estudio «podría ayudar a explicar por qué las poblaciones que beben más té pueden tener tasas de incidencia más bajas de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares que las poblaciones que consumen menos té», concluye Benjamin Shindel.

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