Solo dos provincias tuvieron más nacimientos que muertes en la primera mitad del año

El reto demográfico se hace cada vez mayor en España. La falta de incentivos a la natalidad y el envejecimiento progresivo de la población está haciendo que nuestro país lleve años registrando un saldo vegetativo negativo, una tendencia que no tiene visos de revertirse a corto plazo. De hecho, entre los meses de enero y junio, la cifra de muertes registrada (232.273) superó en más de 72.000 a la de nacimientos (159.705), según ha podido calcular El Debate en base a datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

Tan solo dos provincias –Madrid y Almería– y las ciudades autónomas presentaron un saldo vegetativo positivo en este periodo. El mejor balance en términos absolutos lo obtuvo Madrid, con una ganancia poblacional de 792 personas, mientras que Melilla consiguió la ratio más positiva, al nacer casi dos bebés por cada fallecido.

Por el contrario, el mayor desfase entre el número de defunciones y el de recién nacidos se dio en Barcelona (-5.170). Le siguieron Asturias (-4.531), Valencia (-4.407) y La Coruña (-4.169). No obstante, el panorama varía si tenemos en cuenta el número de habitantes de cada territorio, ya que en este caso la diferencia más acusada se da en las provincias del noroeste peninsular.

Así, la tasa bruta de mortalidad de Orense –8,14 fallecidos por cada 1.000 personas– se situó seis puntos por encima del dato de natalidad en la provincia (2,12). Un contraste similar se produjo en Zamora, Lugo o León. Esto se debe a que estas provincias presentan las ratios más altas de muertes y las más bajas de nacimientos de España.

La mayor proporción de alumbramientos se dio en Almería (4,43), Murcia (4,23) y Madrid (3,79). También se colaron en la parte alta de la clasificación otras provincias como Granada, Gerona, Lérida o Sevilla.

España presenta un crecimiento vegetativo negativo desde 2015, año en el que el número de muertes superó al de nacimientos en 2.278. El peor dato de la serie histórica se registró en 2020, coincidiendo con el estallido de la pandemia, al producirse un desfase de 152.461 personas.