Los gallegos de Catoira se enfrentan a las tropas vikingas en su ascenso por el río Ulla
Todos los años en agosto se celebra la Romería Vikinga en Catoira para rememorar los desembarcos que se produjeron en las tierras del río Ulla
Catoira, un pequeño municipio de Pontevedra, en Galicia, ha amanecido este domingo de agosto bajo la amenaza vikinga. Cada año, en este enclave del norte de España, se celebra la Romería Vikinga con la que se rememoran los desembarcos que los vikingos hicieron en las tierras del río Ulla entre los siglos IX y X. Sin embargo, la resistencia en Galicia logró frenar el ascenso de normandos y sarracenos.
Así, cada año, los catoirenses se dividen, se disfrazan y sacan sus embarcaciones para protagonizar este festejo que se remonta al año 1960. Los barcos que utilizan para recrear el desembarco no son naves cualquiera; el drakkar «Torres de Oeste» y el «Frederikssund», como se conoce a las dos embarcaciones que se utilizan, se construyeron estableciendo contacto con los países nórdicos. El primero, el drakkar, data de 1993, y para levantarlo un grupo de catoirenses viajó a Dinamarca para descubrir secretos de la construcción del método vikingo.
Desde 2019, y ante el creciente número de personas que desean participan en el asalto vikingo, se construyó una tercera embarcación que fue bautizada como «Ardglass-Catoira», esta en homenaje a la Asociación Ardglass Vikings, de Irlanda del Norte, con la que Catoira tiene estrechos vínculos.