La ley de bienestar animal europea exigirá a los transportistas a gastar hasta 85.000 euros en adaptar sus vehículos
Las empresas y autónomos que trasladan animales vivos tendrán un «importante perjuicio económico» y muchos mataderos y granjas se verían «abocados al cierre»
Hace un año que la ley de bienestar animal entró en vigor en España. Una norma controvertida por algunas de sus medidas, como la de la obligatoriedad de realizar un curso de tenencia, la prohibición de venta de perros y gatos en las tiendas de animales o la limitación en el trato con las mascotas –no dejarlos solos en casa, sueltos por las calles de un pueblo o viviendo en terrazas o patios, por ejemplo–.
Esta norma, que aún tiene muchas de estas medidas en el aire debido a la ausencia de reglamentos, ya puso en pie de guerra a los comerciantes de tiendas de animales, que avisaron de que sería el fin de sus negocios al no poder vender perros, gatos y hurones, algo que suponía la mayor parte de sus ingresos.
Pero, a nivel europeo, la norma que regula el trato con los animales también será reformada y traerá cambios. En concreto, hace unos meses la Comisión Europea presentaba su Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de los animales durante el transporte. De esta forma se pretende mejorar las condiciones de los seres vivos mediante un cambio de los vehículos y de los horarios en los que se realizan esos viajes.
Las medidas incluirán la reducción de la capacidad de carga de los vehículos, la implantación de alturas mínimas por especie o la inversión en nuevas tecnologías. Todo para mejorar las condiciones de los animales durante su traslado.
Pero las empresas y los autónomos que se dedican al transporte de animales vivos ven peligrar su actividad. Según un estudio de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), la norma supondrá un importante perjuicio económico para las empresas y autónomos que se dedican al transporte de animales vivos puesto que, entre otras cuestiones, se verían obligadas a incrementar su flota actual.
Un gasto que, según los afectados, no sería recuperable tras su inversión, debido a que gran parte de los vehículos «deberán ser desechados por la tendencia de la Comisión Europea a reducir el censo de animales de producción para fomentar el comercio local».
«Afectará a la España rural»
Según el estudio realizado por CETM Animales Vivos, se prevé que el parque móvil nacional podría aumentar en un 68 %. Además, la implementación de una altura mínima por animal obligaría a modificar las carrocerías, lo que implicaría un sobrecoste que podría llegar a los 85.000 euros.
Igualmente, el sector denuncia que la legislación europea impone la jornada nocturna para que los animales no sufran las altas temperaturas durante el día mientras son transportados. Esto incrementará los costes salariales debido a los pluses por nocturnidad de los conductores y, según la CETM, podría suponer la fuga de conductores profesionales de esta especialidad, «lo que agravaría aún más la situación de muchas empresas de transporte de mercancías por carretera».
Pero esto, según comentan, no solo afectará al transporte por carretera. La nueva ley limitará en gran medida la importación de animales al interior de nuestras fronteras, por lo que «muchos mataderos y granjas se verían abocados al cierre, afectando en mayor medida a la España rural», explican. Una situación que podría extenderse, según relatan, a los consumidores, que podrían ver incrementado el precio de los productos en cuestión.
El informe indica que las empresas de transporte con 100 conductores en plantilla tendrán un incremento salarial de entre 479.178 y 431.692 euros debido a los pluses de nocturnidad de sus empleados, así como un aumento del coste tonelada-kilómetro transportada, llegando a un máximo de un 177 % en el bovino pesado o a un 28 % para el cerdo de cebo.