Fundado en 1910
sdfhg

En el centro, Martínez-Almeida, flanqueado por Javier Tello y Bullón de Mendoza y todos los premiadosCEU

«Menudo despliegue; es impresionante»: las entretelas de los premios CEU

Ángel Expósito desveló que el alcalde de Madrid le llama tron, mientras que Luis de la Fuente abogó por las personas «normales»: «Educadas y respetuosas»

Alrededor de 170 personas ocuparon sus puestos en las grandes mesas redondas dispuestas en uno de los salones del Rosewood Villa Magna Hotel, ubicado en pleno Paseo de la Castellana. La ocasión lo merecía: la entrega de los XXVIII Premios CEU Ángel Herrera.

El periodista Ángel Expósito ofició de maestro de ceremonias un año más –«y esperemos que sigas siéndolo los próximos cien años», bromeó Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), en sus palabras de bienvenida a los presentes– y fue dando paso a los once galardonados de esta edición.

La ceremonia fue larga –cerca de dos horas en esta mañana lluviosa en Madrid–, pero no se hizo larga: casi nadie se movió de sus asientos hasta que concluyó. Los premiados fueron subiendo al impecable estrado instalado para el evento y, en sus breves alocuciones, quedó patente su calidad humana y profesional. Por algo recibían el reconocimiento.

«Menudo despliegue; es impresionante», era uno de los comentarios más repetidos en los corrillos que se formaron antes y después del desayuno que acompañó a la ceremonia. La sorpresa venía por la cadencia del propio evento, perfectamente calculada y medida; por el número de asistentes; por el interés que despertaban los galardonados, y por la profesionalidad con la que se desarrolló todo el acto.

Había muchos exalumnos del CEU –«el grupo educativo más importante actualmente de España», subrayó Bullón de Mendoza–entre los asistentes al evento y entre los galardonados, como era el caso de Ángeles Delgado, presidenta de Fujitsu en España, Portugal e Hispanoamérica y madre de siete hijos, que recibió uno de los premios en la categoría de Alumni. La directiva agradeció al CEU «por los años maravillosos que pasé allí», y sorprendió a los presentes al desvelar que «su mayor premio» fue que uno de sus compañeros de pupitre se convertiría en su marido, con el que este lunes, precisamente, cumplía 36 años de matrimonio.

El otro premiado de la categoría fue Alberto Herrera, hijo del periodista Carlos Herrera. Lo de hijo de cada vez resulta, en su caso, menos necesario, ya que el también comunicador se ha sabido abrir un espacio propio en su programa Área 27, de la cadena COPE, donde trata temas musicales y culturales con un enfoque educativo, mientras que en Herrera en COPE ofrece información de temas de actualidad.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, llegó a mitad del acto, y tomó su asiento en medio de un breve aplauso. Más adelante tenía que entregar uno de los premios, el de Solidaridad, Cooperación al Desarrollo y Emprendimiento Social, que recibió la Fundación Prodis en manos de su presidenta, Soledad Herreros de Tejada. Expósito desveló que una de las cosas que más le gustaban del regidor madrileño es que se dirigía a él con el término tron, «una auténtica macarrada que me encanta», añadió el presentador y director de La Linterna de COPE entre las risas de los asistentes.

Expósito bromeó con Martínez-Almeida al asegurarle que, antes de que llegara, había hablado por vídeo conferencia con otro de los premiados, el seleccionador nacional Luis de la Fuente, sobre «el cambio de liderazgo en la Liga» –refiriéndose a la derrota del Atlético de Madrid, del que el alcalde es un conocido hincha, que le ha hecho perder el liderazgo en la Liga en favor del Real Madrid–. La pulla la encajó con deportividad el regidor de la capital, que respondió en su intervención a su tron Expósito alegando que su equipo había acabado como Campeón de Invierno.

Por cierto que la virtud que destacó Expósito de Luis de la Fuente fue la humildad. «Se trata de ser una persona normal. Eso lo aprendí de mi padre. Para mí, es tratar con educación a las personas, respetarlas», respondió el seleccionador nacional. Pocas palabras y un mensaje claro.

«Un arquitecto español loco»

La Difusión de la Cultura Católica recayó en Álex Rosal y Etsuro Sotoo. El periodista y editor barcelonés recordó una célebre cita de G. K. Chesterton: «En el borde de un precipicio solo hay una manera de ir para adelante: dar un paso atrás», y afirmó que eso es lo necesario hacer en estos tiempos en que «los bárbaros» nos han llevado a una época de confusión. Sotoo, el escultor japonés que llegó a Barcelona hace cuatro décadas para hacerse cargo de las obras escultóricas de la Sagrada Familia, hizo gala de su buen humor –en un fluido castellano– al decir que lo único que sabía de Antonio Gaudí cuando llegó a la Ciudad Condal es que «era un arquitecto español loco». Pero su trabajo junto a la obra del genial arquitecto catalán le hizo descubrir que Gaudí «era un genio que obedecía a la naturaleza». La luz, las formas, el planteamiento de toda su obra, seguían los dictámenes de lo que Gaudí veía en el entorno natural.

No podían faltar en unos premios como estos las redes sociales, que en este caso recayeron en dos conocidas influencers: Carlota Valenzuela y Belén Domínguez. La primera se viralizó cuando decidió peregrinar desde Finisterre a Jerusalén. Y llegó. Lo contó a través de los altavoces sociales. Domínguez envió un emotivo vídeo grabado desde la cama del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde se encuentra ingresada desde hace meses aquejada de una severa dolencia. Empezó a contar sus vivencias en su perfil de Instagram, simplemente para informar a los suyos y mandarles un mensaje de esperanza. Los suyos se han convertido ahora en 177.000 seguidores.

IBM fue premiada también por su Innovación Educativa en el Sector Tecnológico, mientras que PwC España lo fue por la Colaboración Empresarial con el Sector Educativo. El Mejor Trabajo Periodístico en Materia Educativa fue para el periodista del diario Las Provincias Juan Antonio Marrahí. «Qué importante es seguir mirando a la prensa de provincias. Qué trabajo tan necesario hace», confesó Expósito.

Sin un solo papel

Las palabras de despedida y agradecimiento a los presentes las dirigió Martínez-Almeida. En cinco minutos hizo un elogioso repaso de todos los premiados sin leer un solo papel, con una sorprendente elocuencia, rapidez y facilidad de palabra. «Se notan los años de oposiciones a abogado del Estado», observó Expósito. Era el pensamiento que flotaba en la cabeza de todos los presentes.

Presentes que eran muchos y muy variados. Mucha gente del CEU y de la ACdP, como es lógico, («asociación que ha sabido devolver el catolicismo social a España», como definió Álex Rosal), entre los que se hallaban su director general, Javier Tello Bellosillo; María San Gil, codirectora del congreso Católicos y Vida Pública; el rector de la recién estrenada universidad CEU Fernando III de Sevilla, José Alberto Parejo Gámir –quien informó de los más de 450 estudiantes que han recibido en este primer año de andadura–; Rosa Visiedo, rectora de la universidad CEU San Pablo de Madrid, o Carmen Fernández de la Cigoña, secretaria general de la ACdP.

Más rostros conocidos: El ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja; el periodista y director de El Debate, Bieito Rubido; Javier Vega de Seoane, presidente de DKW; Miguel Garrido, presidente de CEIM; Emilio Viciana, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid; los presidentes de Cáritas, Manos Unidas y Ayuda a la Iglesia Necesitada; Alejandro Halffter, secretario general de la Cámara de Comercio; Borja Fanjul, presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, y Juan José Cano, presidente de KPMG, entre otros muchos.

comentarios
tracking