
Marta Gonzálvez, abuela del niño, y Raquel Sánchez, abogada de la abuela
Solicitan prisión para dos doctoras tras el fallecimiento de un niño que acudió cinco veces a Urgencias
La Fiscalía acusa a las facultativas de imprudencia grave por no diagnosticar a tiempo la enfermedad que acabó con la vida del pequeño
El Ministerio Fiscal en Alicante solicita penas que oscilan entre un año y diez meses hasta dos años y cuatro meses de prisión para dos médicas pediatras, acusadas de una presunta negligencia que habría provocado la muerte de un menor de 8 años por una peritonitis. El menor acudió hasta en cinco ocasiones a Urgencias en un periodo de menos de cuatro días en octubre de 2020.
Las dos facultativas, una perteneciente al hospital de Elda, identificada como M.R.R., y la otra al centro de salud de Petrer, M.B.S., se enfrentan a cargos por un delito de homicidio imprudente. Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicita su inhabilitación para ejercer la medicina durante cuatro años y medio y tres años y medio, respectivamente. También se reclama una indemnización de más de 143.000 euros para la familia de la víctima.
El juicio, que arranca este lunes, contará además con la acusación particular de los abuelos y la madre del menor, representados por el bufete de Raquel Sánchez Navarro.
Según la investigación, los hechos se remontan al 24 de octubre de 2020, cuando Aitor E.G. comenzó a sufrir fuertes dolores abdominales en su domicilio de Petrer, donde vivía con sus abuelos maternos, quienes ostentaban la custodia. El menor fue llevado al centro de salud local y posteriormente derivado al hospital de Elda, donde le diagnosticaron un cuadro viral sin signos alarmantes y recibió el alta, aunque los vómitos persistieron.
Dos días después, ante el agravamiento de los síntomas, los cuidadores volvieron a trasladarlo al ambulatorio, y de nuevo fue remitido al hospital. Allí, la pediatra acusada no incluyó en su informe detalles clave como la frecuencia cardíaca del niño ni solicitó pruebas esenciales como una ecografía o análisis de sangre, lo que, según la fiscalía, supone una «mala praxis».
El Ministerio Público también cuestiona que la doctora recomendara regresar a Urgencias «si el menor vomitaba mucho», cuando ya lo hacía de manera reiterada, y que indicara un seguimiento con su pediatra habitual, a pesar de que éste ya había derivado al menor dos veces al hospital.
En declaraciones recientes, la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ha reiterado su intención de revisar los protocolos de derivación y atención pediátrica en casos de urgencias abdominales tras la conmoción que ha generado este caso. Mientras tanto, asociaciones de pacientes y plataformas ciudadanas han exigido mayor vigilancia y recursos para garantizar una atención pediátrica adecuada y evitar que se repitan tragedias similares.