Más satélites para luchar contra los incendios forestales, una idea que se abre camino
El avance en la tecnología satelital y el uso de inteligencia artificial para analizar datos están revolucionando la forma de abordar estos desastres
Científicos e ingenieros apuestan por la creciente montaña de datos satelitales para combatir incendios forestales devastadores, como el reciente en Los Ángeles.El avance en la tecnología satelital, impulsado por la reducción de costes, y el uso de inteligencia artificial para analizar datos están revolucionando la forma de abordar estos desastres.
Los satélites son esenciales en la prevención y gestión de incendios. Según Clement Albergel, de la Agencia Espacial Europea (ESA), estos dispositivos pueden detectar áreas secas propensas a incendios, emisiones de humo y gases, lo que permite aprender de los patrones y comportamientos del fuego. Dependiendo de su órbita y sensores, los satélites ofrecen distintas capacidades. Los satélites en órbita terrestre baja (LEO), ubicados a menos de 1.000 kilómetros de la superficie, proporcionan imágenes de alta resolución pero observan cada punto solo de manera breve. Por otro lado, los geoestacionarios, situados a 36.000 kilómetros, monitorean continuamente la misma área, aunque con menor resolución.
La resolución es crítica cuando los incendios se acercan a áreas habitadas. Natasha Stavros, experta en incendios de WKID Solutions, subraya la importancia de obtener datos detallados para responder eficazmente: «Es difícil determinar con precisión qué está sucediendo. Necesitamos más observaciones disponibles».
Proyectos como la Earth Fire Alliance (EFA), liderada por Brian Collins, buscan ampliar la cobertura satelital. La organización planea una constelación de satélites de órbita baja con sensores de resolución de cinco metros, superando a los actuales Sentinel-2 de la ESA, que tienen una resolución de 10 metros. Este avance permitirá detectar incluso incendios pequeños, que hasta ahora pasan desapercibidos. EFA lanzará cuatro satélites antes de 2026, con una inversión inicial de 53 millones de dólares. A largo plazo, el proyecto planea una red de 55 satélites, con un costo total de 400 millones de dólares, que permitirá fotografiar cada punto del planeta cada 20 minutos. Esta cadencia mejorará la capacidad de toma de decisiones en tiempo real.
Empresas como OroraTech, con sede en Alemania, también están innovando. Han lanzado el primero de al menos 14 nanosatélites FOREST-3, del tamaño de una caja de zapatos, diseñados para emitir alertas ultrarrápidas y recopilar datos térmicos de alta calidad.
Sin embargo, el desafío no solo radica en la obtención de datos, sino en su gestión. El Sentinel-2 de la ESA genera un terabyte diario de información, una cantidad que requiere soluciones avanzadas de inteligencia artificial para identificar patrones. Según Collins, analizar esta información es «como buscar una aguja en un pajar». Estos datos pueden ayudar no solo a predecir incendios, sino también a comprender su progreso.
A pesar de los avances tecnológicos, Natasha Stavros insiste en que no hay una solución milagrosa. La clave está en el trabajo colectivo. El programa de incendios de la Fundación Gordon y Betty Moore, además de financiar proyectos como FUEGO, busca fortalecer comunidades y gestionar ecosistemas para reducir el riesgo de incendios, promoviendo prácticas como aumentar los incendios controlados que beneficien al medioambiente y disminuyan los perjudiciales. La tecnología, combinada con estrategias integrales, es esencial para enfrentar este desafío global.