
Un hombre cruza un paso de cebra
Ciencia
Matemáticos revelan cómo se mueven los peatones en los pasos de cebra
El equipo realizó ensayos en un gimnasio. Allí se instaló un paso de peatones simulado, y se pidió a los participantes que lo cruzaran desde puntos opuestos, con distintos ángulos de destino
Un equipo internacional de matemáticos ha logrado identificar las causas por las que el flujo de peatones, normalmente ordenado en los pasos de cebra, puede volverse caótico. Este hallazgo, fruto de una investigación conjunta liderada por el profesor Tim Rogers, de la Universidad de Bath, y el doctor Karol Bacik, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), podría resultar de gran utilidad para los urbanistas a la hora de diseñar infraestructuras peatonales más eficientes y seguras.
Habitualmente, en los pasos de peatones se observa un fenómeno espontáneo: los peatones que cruzan desde lados opuestos tienden a formar carriles ordenados, adelantando con fluidez a quienes caminan en dirección contraria, sin empujones ni colisiones. Sin embargo, en ciertas ocasiones, este flujo armónico se rompe y da paso a un movimiento desorganizado, donde las personas se abren paso en trayectorias erráticas, cruzando de manera impredecible.
La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, permite conocer con precisión el punto de ruptura entre el orden y el desorden. Según los científicos, la clave radica en el ángulo de dispersión de las trayectorias de los peatones: cuando este se mantiene por debajo de los 13 grados, la formación de carriles persiste; pero si se supera este umbral, el flujo se torna caótico.
Aplicado a los pasos de cebra, este hallazgo sugiere que limitar el ancho de los cruces o rediseñar su ubicación podría fomentar desplazamientos más rectos y, con ello, mantener el orden natural en la circulación peatonal. Como explicó el profesor Rogers: «En este estudio, nos propusimos descubrir por qué algunas aglomeraciones de peatones pueden organizarse espontáneamente en carriles ordenados y fluidos, mientras que otras permanecen caóticas y desordenadas. Nuestra nueva teoría nos permite predecir qué tipo de espacios fomentan un uso eficiente y cuáles son las condiciones para que se rompa el orden».
Imagen de archivo del cruce de Shibuya, en Tokio (Japón)
El trabajo combinó simulaciones matemáticas con experimentos reales. En primer lugar, los investigadores aplicaron una ecuación propia del estudio de los fluidos para modelar el comportamiento colectivo de los peatones. A partir de esos cálculos, concluyeron que cuando los transeúntes cruzan en línea recta, la probabilidad de que se formen carriles es alta, mientras que desviaciones superiores a 13 grados tienden a disolver ese orden natural.
Para validar estas predicciones, el equipo realizó ensayos en un gimnasio. Allí se instaló un paso de peatones simulado, y se pidió a los participantes que lo cruzaran desde puntos opuestos, con distintos ángulos de destino. Una cámara cenital registró los movimientos, permitiendo a los investigadores comprobar visualmente que, en efecto, cuando las trayectorias superaban los 13 grados de dispersión, el orden se rompía y desaparecían los carriles.
Los resultados no sólo confirmaron la teoría, sino que también revelaron que, a mayor desorden, menor velocidad de desplazamiento de las personas, lo que puede generar congestión en situaciones de alta densidad.