Diez frases memorables de 'El Guerra', el torero que dijo «Ca' uno es ca' uno» e inspiró a Ortega y Gasset
El 21 de febrero de 1941 murió Rafael Guerra Bejarano, considerado el segundo Califa del toreo después de Lagartijo
Sin saber quién era Rafael Guerra Bejarano, apodado «Guerrita» o «El Guerra», casi todo el mundo puede decir que ha oído alguna frase suya. «'Ca' uno es 'ca' uno» es una de las más famosas. Y no solo en lo popular sino en lo intelectual. En ella se dice que José Ortega y Gasset (el mismo del que El Espartero, tras enterarse de que era filósofo, dijo: «Hay gente pa tó») se inspiró pare decir: «yo soy yo y mis circunstancias».
«Guerrita» fue «Llaverito» cuando novillero, y dicen que de subalterno era tan bueno que le ponían el nombre más grande en los carteles que a sus compañeros. Como escudero de Fernando Gómez «el Gallo» su fama fue tal que aumentaron los contratos de su matador. Banderillero estrella, acabó yéndose con Lagartijo (el I Califa del toreo), quien una tarde le cedió un toro y a partir de entonces compitió con su maestro y con Frascuelo unos pocos años hasta que se quedó solo en su trono.
«No me voy, me echan»
Nunca le devolvieron un toro a los corrales de los casi 2.500 que estoqueó. Y tras la retirada de Lagartijo y Frascuelo no tuvo rival hasta su retirada repentina, que se produjo en el afán violento del público y de la Prensa lagartijista por confrontarle con otros toreros de la época que nunca alcanzaron su nivel. Teórico del toreo, estableció nuevas costumbres y formas: fue el primero que eligió los toros más acordes a su estilo, creando un precedente de muchos, como el de las banderillas como tercio de lucimiento, además de lidia, o la ejecución de la verónica de perfil.
Cuando se cansó de las críticas del público, el único rival en la plaza, que no admitía su dominio insultante, dijo adiós después de más de una década en el trono: «No me voy, me echan», dijo. Ya antes había dejado para la posteridad su «en Madrid, que toree san Isidro». Aquella frase bien pudo ser el principio de su nueva vida fuera de los ruedos, mayormente vivida en el Club Guerrita que fundó en Córdoba, donde pasó casi el último medio siglo de su vida (siempre vestido de corto) pontificando ante una corte (una corte que incluyó al mismísimo Alfonso XIII) que le adoraba. Allí salieron o allí se contaron sus sentencias más famosas, «sentando», nunca mejor dicho, cátedra y dejando estas frases para la historia del toreo y del imaginario popular.
Diez frases de «guerrita»:
- «No me voy, me echan»
- «'Ca' uno es 'ca' uno»
- «En Madrid, que toree san Isidro»
- «Pues haber nasío antes, Majestá» (a Alfonso XIII cuando este le dijo que le hubiera gustado conocerle en activo)
- «¡Qué obispo ni qué cuernos! ¡En lo mío he sido yo el Papa!» (a Alfonso XIII cuando este le dijo que le había confundido con un obispo)
- «Después de mí naide; después de naide, Fuentes»
- «Los toros, con sol, y con moscas»
- «Con la muerte de Joselito le han quitao el tipo al toreo»
- «¿Sentirlo yo? ¡Eso ustedes!» (cuando los periodistas le preguntaron si sentía retirarse del toreo)
- «Sevilla está donde tiene que estar. Lo que está muy lejos es esto» (cuando, tras una corrida en Francia, dijo que quería irse a Sevilla enseguida y le dijeron que estaba muy lejos)