Investigan a una profesora por pedirle a un alumno que leyera un insulto racial de 'Huckleberry Finn'
Un estudiante de un instituto en California no quiso leer la palabra durante una lectura en clase, la maestra le instó a que lo hiciera, otro alumno grabó los hechos y los padres de este denunciaron a aquella
Un estudiante de secundaria en Fontana, California, no quiso leer un insulto racial que aparece en Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain durante una lectura en clase, y su profesora le instó a que la leyera para poder explicarla. Al parecer la maestra fue grabada mientras le decía al alumno varias veces que leyera la palabra, ante la que el alumno se sentía incómodo.
La explicación de la profesora fue decirle al escolar que solo se trataba de una palabra que estaba incluida en el diccionario y que debería poder decirla, una frase que también incomodó a los compañeros del sensible lector, a quienes están enseñando a preferir no saber, no conocer, las realidades y la historia anteponiendo la ignorancia.
A estas situaciones delirantes parece abocada la educación en Estados Unidos, donde no se pueden explicar las cosas, independientemente del contexto en el que aparezcan: el oscurantismo en el adoctrinamiento más atroz. Algunos estudiantes dijeron que la maestra, que es extranjera, quizá no entendió que la palabra puede ser ofensiva, mientras que otros dijeron que debería saberlo. Los padres de la estudiante que grabó los hechos apartaron a su hija de esa clase y fueron quienes denunciaron lo ocurrido ante los responsables del centro.
«Si bien reconocemos que este lenguaje despectivo proviene de una novela publicada por primera vez a finales de 1800, y es importante tener en cuenta el contexto histórico cuando se habla de literatura, el distrito no aprueba el lenguaje que se usó en el video o el uso de ese lenguaje fuera de el contexto de discutir la novela», dice la carta del distrito escolar tras la demanda por los hechos. Una aterradora demostración del miedo que subyace ante los nuevos censores que controlan las instituciones educativas.
«Fontana Unified actualmente está investigando esta situación», continúa la carta. «Si bien no podemos proporcionar detalles adicionales en este momento, tengan la seguridad de que el distrito toma en serio este y todos los informes de lenguaje degradante, aborda el asunto de inmediato y toma las medidas necesarias». Pero más que para que no se difunda un lenguaje degradante, para que no se difunda la necesaria cultura que identifique qué es o no lo degradante, que en este caso es que unos niños se nieguen a leer una palabra de un libro universal del que aprender, y que además señalen a la profesora que trata de enseñarles.